martes, 3 de enero de 2012


03 DE ENERO


LA FECHA CORRESPONDE AL DIA EN QUE FUERON TWITEADOS LOS POEMAS

INVIERNO

No te apartes y mira el camino
Las cumbres se visten de escarcha
Y este amor aterido de frío
Busca el calor
Estela Socías Muñoz




VERSOS DE PASO

24

Te digo, Ernesto,
la revolución se quedó hermosa en tus ojos
Nadie ha vuelto a hablar desde allí
Claudia Curimil Hernández



RENUEVO DE TIEMPO

Cada momento es un sinfín de luces cósmicas,
cada silencio, sílaba o palabra es un aletargar la espera,
un soñar el tiempo fuera de nuestro ahora;
a lo mejor una constelación de sonidos
marcados por los oleajes de viento,
sinnúmero de tonos melódicamente agresivos, constantes,
que me crean el deseo celeste de tu palabra.

Cada hora, minuto, o segundo
es el olor a rocío que brota de la piel de la aurora,
perfume que madruga en deseo mutuo,
olor a victoria,
a la alianza de nuestros cuerpos con las cosas;
al gasto compartido por una caricia de paladar,
que se empapa de lengua como huella del sudor emergido
de las ansías.
Eso, es un momento infinito de gozo,
cada uno bañado en brillos que crispan la vista,
cada uno lleno de poros y de oleajes.

Ambos, a través del verdor de una sonrisa
descubrimos el mundo en nuestra carne,
y no hay silencio, ni palabras, ni música,
sólo tu tacto que me atraviesa ahora,
porque todo se ha colmado de emoción,
increíble recompensa de los ojos,
que no pueden esperar por más delirio.

Un segundo,
un capullo de tiempo,
renuevos de amantes,
en los que una nueva vida brota,
y en los que sus nuevos cuerpos se rompen.
Jéssica Lorena Peña González



FALACIAS

Llévate tus cadenas y flores
tu sonrisa ancha fluorada
despidiendo aliento mentolado;
llévate tus cuerpos suaves y bronceados
insinuantes sobre arenas doradas
de cálida cercanía,
tus palmaditas en la espalda
y tus computados planes de progreso,
llévate futuro lleno de promesas
que nos engaña como la zanahoria al asno,
déjanos así, humildes,
gozar de nuestro entorno,
sumergirnos en el mágico equilibrio
dispuesto en la materia;
llévate tus cantos de sirena
devuélvelos al norte
envueltos en sus papeles multicolores
para atraer insectos,
con sus cintas doradas,
galones y medallas,
con las que cubres tu estela pestilente
cual moderno mensaje fariseo
de esclavitud y miseria,
no muestres libertad sin opciones,
ni me nombre patria, no,
maldita economía social de mercado.
Dinko Pavlov