martes, 10 de abril de 2012


ALEGRÍA AGOSTO



Desesperacion ante la sombra que se ausenta



Cautiva en incierto destino
de ilusiones ocultas en mi alma
acaricio lo imposible de una estrella
Tu sombra.
Mis sueños.

Soy culpable
por amarte
por sujetar a mi piel tu recuerdo
Por inventar escenas para no sentir dolor.

ausencia

Trago suspiros
en este erizar mi cuerpo
exhalo vacio.

Recordar besos en mi frente
es un vendaval de llanto.

CARLOS DARIEL




Por si acaso



una de estas mañanas
será necesario abrir los ojos como un árbol
y preguntarse dónde abandonan sus recuerdos los demonios

será preciso renovar la sed de los infiernos
sin remedos de autoestima

una mañana cualquiera
digo
tendré que apresurar el paso
para que no me atrape la memoria

estaré más allá de las mensuras
fuera del oráculo
y          sobre todo
llenaré de coartadas
mi sangre
una de estas mañanas

MARIZEL ESTONLLO



Hablo de tus manos



Comprendí que tus manos
no estaban hechas para los pequeños gestos.

Peleaban en el borde del papel
para nombrarse en algunas letras.

Me leías con tus ojos
mientras tus manos eran gritos en la boca de un túnel.

Me hablabas de tus manos
y mis piernas dibujaban alas en tu espalda.

Hay un recorrido de ojos en la exaltación
donde puede recostarse el desafío como un velero a contraluz.

Tus manos construyeron un puente invisible
sobre el destino de las palabras,
un pensamiento
como una oculta forma de salvación igual al recorrido del asombro.

¿Cómo pudiste quedarte en silencio
después de extraer esa multitud de eternidades en otro movimiento
del tiempo
después de desatar la infinitud de las formas
en el perpetuo movimiento del deseo?

Como una presencia extraña,
quizás la de un refugiado que escapa de un lugar muy frío,
o la de un niño que ha olvidado sus juegos
y se precipita como una nueva figuración de la sorpresa.

Las letras de tu poema abrazaron mi sangre
en esta necesidad de inventarte

Cuando mi cuerpo en tus manos
era un estallido de pájaros.

CLARIBEL ALEGRÍA




También me gusta el amor...



También me gusta el amor
al que le cierran la puerta
el que entra por la ventana
volando sobre una cuerda.


.

MARÍA CLARA GONZÁLEZ



Quédate en mí 


Ya no luches contigo
guerrero trashumante
Quédate en mí 

Escucha la canción
que susurran mis manos y mis senos

Aprisiona la ternura
Apacigua mi arena
ansiosa de mar

De "Pasajeros del viento"