"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
lunes, 21 de mayo de 2012
AMANTE ELEDÍN
Para
no morir tengo las calles
Para no
morir tengo las calles,
Me llevan desde mis deseos a mis sueños.
Tengo mis manos para construirme la vida
Y mis pies para trepar a sus peldaños.
Tengo la luna anidada en mis ojos;
Su mantel, su espejo y su faro.
Pero a veces muero sin que lo sepa,
Quedo sordo y ciego;
Quedo mudo como el tronco de un árbol viejo.
Ni el claro de la luna me reanima,
Ni la brasa del sol; ni el café bien servido.
Nada me devuelve la vida cuando he muerto.
Otras veces resucito abruptamente.
Me cae la amanecida; la lluvia me despierta.
En mi ventana busco mi respuesta.
Sobre mi espejo escribo: ¿Quién anda por ahí?
Al silencio, que entre mis sábanas reposa, le pregunto:
Al final de ese pasillo, una voz me dice tu nombre.
Me llevan desde mis deseos a mis sueños.
Tengo mis manos para construirme la vida
Y mis pies para trepar a sus peldaños.
Tengo la luna anidada en mis ojos;
Su mantel, su espejo y su faro.
Pero a veces muero sin que lo sepa,
Quedo sordo y ciego;
Quedo mudo como el tronco de un árbol viejo.
Ni el claro de la luna me reanima,
Ni la brasa del sol; ni el café bien servido.
Nada me devuelve la vida cuando he muerto.
Otras veces resucito abruptamente.
Me cae la amanecida; la lluvia me despierta.
En mi ventana busco mi respuesta.
Sobre mi espejo escribo: ¿Quién anda por ahí?
Al silencio, que entre mis sábanas reposa, le pregunto:
Al final de ese pasillo, una voz me dice tu nombre.
MARIO BENEDETTI
Ayer
Ayer
pasó el pasado lentamente
con su vacilación definitiva
sabiéndote infeliz y a la deriva
con tus dudas selladas en la frente
con su vacilación definitiva
sabiéndote infeliz y a la deriva
con tus dudas selladas en la frente
ayer
pasó el pasado por el puente
y se llevó tu libertad cautiva
cambiando su silencio en carne viva
por tus leves alarmas de inocente
y se llevó tu libertad cautiva
cambiando su silencio en carne viva
por tus leves alarmas de inocente
ayer
pasó el pasado con su historia
y su deshilachada incertidumbre/
con su huella de espanto y de reproche
y su deshilachada incertidumbre/
con su huella de espanto y de reproche
fue
haciendo del dolor una costumbre
sembrando de fracasos tu memoria
y dejándote a solas con la noche.
sembrando de fracasos tu memoria
y dejándote a solas con la noche.
PABLO NERUDA
Desnuda
Desnuda
eres tan simple como una de tus manos:
lisa, terrestre, mínima, redonda, transparente.
Tienes líneas de luna, caminos de manzana.
Desnuda eres delgada como el trigo desnudo.
lisa, terrestre, mínima, redonda, transparente.
Tienes líneas de luna, caminos de manzana.
Desnuda eres delgada como el trigo desnudo.
Desnuda
eres azul como la noche en Cuba:
tienes enredaderas y estrellas en el pelo.
Desnuda eres redonda y amarilla
como el verano en una iglesia de oro.
tienes enredaderas y estrellas en el pelo.
Desnuda eres redonda y amarilla
como el verano en una iglesia de oro.
Desnuda
eres pequeña como una de tus uñas:
curva, sutil, rosada hasta que nace el día
y te metes en el subterráneo del mundo
curva, sutil, rosada hasta que nace el día
y te metes en el subterráneo del mundo
como
en un largo túnel de trajes y trabajos:
tu claridad se apaga, se viste, se deshoja
y otra vez vuelve a ser una mano desnuda.
tu claridad se apaga, se viste, se deshoja
y otra vez vuelve a ser una mano desnuda.
NICOLÁS GUILLEN
Rumba
La
rumba
revuelve
su música espesa
con
un palo,
Jengibre
y canela…
¡Malo!
Malo,
porque ahora vendrá el-negro chulo
con
Fela.
Pimienta
de la cadera,
grupa
flexible y dorada:
rumbera
buena,
rumbera
mala.
En
el agua de tu bata
todas
mis ansias navegan:
rumbera
buena,
rumbera
mala.
Anhelo
el de naufragar
en
ese mar tibio y hondo:
¡fondo
del
mar!
Trenza
tu pie con la música
el
nudo que más me aprieta;
resaca
de tela blanca
sobre
tu carne trigueña.
Locura
del bajo vientre,
aliento
de boca seca;
el
ron que se te ha espantado,
y
el pañuelo como riendas.
Ya
te cogeré domada,
ya
te veré bien sujeta,
cuando
como ahora huyes,
hacia
mi ternura vengas,
rumbera
buena;
o
hacia mi ternura vayas,
rumbera
mala.
¡Último
trago!
Quítate,
córrete, vámonos…
¡Vamos!
RAFAEL ALBERTI
Se
equivocó la paloma
Se
equivocó la paloma.
Se equivocaba.
Se equivocaba.
Por
ir al Norte, fue al Sur.
Creyó que el trigo era agua.
Se equivocaba.
Creyó que el trigo era agua.
Se equivocaba.
Creyó
que el mar era el cielo;
que la noche la mañana.
Se equivocaba.
que la noche la mañana.
Se equivocaba.
Que
las estrellas eran rocío;
que la calor, la nevada.
Se equivocaba.
que la calor, la nevada.
Se equivocaba.
Que
tu falda era tu blusa;
que tu corazón su casa.
Se equivocaba.
que tu corazón su casa.
Se equivocaba.
(Ella
se durmió en la orilla.
Tú, en la cumbre de una rama.)
Tú, en la cumbre de una rama.)
Suscribirse a:
Entradas (Atom)