"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
sábado, 4 de agosto de 2012
ELÍAS NANDINO
Pera
verde
Pera
que espera en la rama
la mano que la desate;
fruta que juega al sabor
entre los labios del aire.
la mano que la desate;
fruta que juega al sabor
entre los labios del aire.
Pera
que mece su forma
en el columpio del tallo;
fruta que prende su olor
en el cabello del árbol.
en el columpio del tallo;
fruta que prende su olor
en el cabello del árbol.
Pera
que seno parece
en su verde adolescencia;
fruta de tierno color
que con mis ansias se besa.
en su verde adolescencia;
fruta de tierno color
que con mis ansias se besa.
Humana
entraña de azúcar,
efeba fruta de jade:
¡cómo quisiera beberme
el aroma de tu carne!
efeba fruta de jade:
¡cómo quisiera beberme
el aroma de tu carne!
MARÍA VICTORIA ATENCIA
Baño
Comienza
a serme infiel
la piel de la garganta;
pero ahora que se pierden tras de mí las orillas,
tómame una vez más, mi desdeñoso amante,
mientras las algas ponen
un collar en mi cuello.
la piel de la garganta;
pero ahora que se pierden tras de mí las orillas,
tómame una vez más, mi desdeñoso amante,
mientras las algas ponen
un collar en mi cuello.
DANIELA CAMACHO
Remolino
entre
paredes sin puertas
escondo mi cuerpo mudo
manchado
escondo mi cuerpo mudo
manchado
el
día huele a orfandad
la medianoche es una hendidura en el muro
la medianoche es una hendidura en el muro
sé
que no soy una sombra
sé que afuera hay guerrilleros
y hombres mutilados
que hay pájaros desnudos y hambrientos
hay guantes y gatos y gente
sé que afuera hay guerrilleros
y hombres mutilados
que hay pájaros desnudos y hambrientos
hay guantes y gatos y gente
pero
yo no soy la sombra:
soy
el remolino
el huracán
la polvareda
el huracán
la polvareda
o
tal vez no
tal
vez soy la huidiza tempestad de mis palabras
o solo una sonámbula que sueña
o solo una sonámbula que sueña
o
no
LINA ZERÓN
Moradas
mariposas
Fui
semilla de sol plantada en la tierra
parida
por un tornado de agua
entre
polvo estelar y alarido de colores.
Yo
quería nacer mariposa,
águila
y
que me crecieran doradas plumas,
pero
nací higuera de enormes raíces
y
me salieron ramas
y
de las ramas hojas
y
me nacieron ojos en la corteza.
De
las hojas brotaron palomas
y
acunaron suspiros mis rojos dedos,
y
mis manos abanicaron tinieblas
y
probé la manzana del Edén.
Supe
del sabor de la sangre
y
me punzaron los huesos
y
aprendí a llorar con mi sombra
y
a cargar la cruz del fruto de María,
pero
también probé la miel sagrada de la rosa
y
la carne del cordero
y
tuve sangre virgen en las venas
y
entre mis piernas el jugo de Adán corrió.
Mi
vientre parió moradas mariposas
que
alimenté con savia pura de abeja
y
me convertí en olmo
para
defender los frutos
y
ni sequías
ni
tempestades
arrancaron
mi tronco de la tierra.
Cantaron
muchas primaveras con sus inviernos,
maduraron
los higos y a la vida cayeron
y
se olvidaron de este árbol
y
desnudas quedaron mis ramas.
Dejé
de ser higuera y olmo,
me
crecieron alas
y
en las plumas colores
y
en los colores agua
y
me convertí en pez-golondrina.
Mis
lágrimas humedecen las escamas
y
los suspiros hacen volar mis alas
cuando
veo las semillas que mis frutos dieron.
Soy
feliz de haber nacido higuera,
volverme
olmo
y
ahora ser pez-golondrina
sin
nido fijo y sin cadenas.
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