sábado, 2 de febrero de 2013

JOSÉ LANDA





Matusalén de visita




Ni un segundo de estos 3600 por 24
reservados a ti va a dejar
su lengüetazo en tu espalda 

Si aúllas y rascas la vacuidad
de tus pellejos    Lo insípido
de tu sudor    No es porque ignores
los beneficios de cada día
acumulado en una piel diferente a la tuya 

Gritas y te retuerces porque no ignoras   
Es a ti a quien los acontecimientos ignoran
y no guardan para tu sueño
el placer de inventar el paso anterior 

Cada anhelo ilusorio que te nace
es incomprensible para cualquiera   
Ajeno a los relojes y el tacto 

En tu agenda no figuran
las semanas de trabajo ni de ocio   
Nunca sabrás lo que significa olvidar   
Memorizar un golpe o un saludo 

Prisionero de lo inmóvil eres tu amante   
El tedio de la felicidad   
La ironía de la sangre 

Que bueno    Matusalén   
Que sólo perteneces a la ficción
de los principios que no imaginaron
el instante de hoy 

De “Placeres como ríos”

ANDRÉS NEUMAN






Claudia en la Biblioteca

                                                               Para Rafael Espejo



Rebuscas en los libros 
con un extraño afán de jardinera.
Delicada y ansiosa, de perfil me pareces
distinta cuando curvas las rodillas
y se tensan tus muslos
debajo del vaquero. Muerte lenta
contemplar, sin tocado,
el pequeño tatuaje en tu cintura.
Será mejor sufrir que describir los pechos:
¿quién se atreve a cruzar los toboganes
que unen la palabra con su tema? 

Así que huyo
y finjo distracción.
Si volvieras la vista a quien te escribe
desaparecerías, y es demasiado pronto.
Sigue leyendo, Claudia.
Haces bien en amarte.




PABLO NERUDA






Poema 19...



Niña morena y ágil, el sol que hace las frutas,
el que cuaja los trigos, el que tuerce las algas,
hizo tu cuerpo alegre, tus luminosos ojos
y tu boca que tiene la sonrisa del agua.

Un sol negro y ansioso se te arrolla en las hebras
de la negra melena, cuando estiras los brazos.
Tú juegas con el sol como con un estero
y él te deja en los ojos dos oscuros remansos.

Niña morena y ágil, nada hacia ti me acerca.
Todo de ti me aleja, como del mediodía.
Eres la delirante juventud de la abeja,
la embriaguez de la ola, la fuerza de la espiga.

Mi corazón sombrío te busca, sin embargo,
y amo tu cuerpo alegre, tu voz suelta y delgada.
Mariposa morena dulce y definitiva
como el trigal y el sol, la amapola y el agua.



PEDRO SALINAS






Fe mía



No me fío de la rosa
de papel,
tantas veces que la hice
yo con mis manos.
Ni me fío de la otra
rosa verdadera,
hija del sol y sazón,
la prometida del viento.
De ti que nunca te hice,
de ti que nunca te hicieron,
de ti me fío, redondo
seguro azar.


FERNANDO VILLALON





812


A Emilio Prados


Don Juan Fermin de plateros
Baja la sierra en su jaca
Dos luceros en sus ojos
Y una zozobra en el alma.

Una garrocha en el hombro
Cuatro herraduras de plata
Y en la sombra del caballo
Una acollarada galga.

No contesta la perdiz
Que tartamudea en las matas,
Ni al arroyo que se rie
Sobre chinas lavadas.

Don Juan  Fermin de plateros
Cesa en esta cabalgada,
Que del mundo se retira
Cuando se apee de su jaca.

Ni a Bailen de guerrillero,
Ni a la plaza a quebrar cañas,
Ni a la fuente a robar besos
De colmenerualas mansas.

Ni a derribar toros bravos,
Ni a reñir en las posadas
Entre una jarra de vino
Y una mesonera en jarras;
Que en la curva de su vida
Puso un punto. Voz le llama.
De esquila voz, de suave
Divina esquila afilada,
Que tañe entre sus pecados
En la torre de su alma.



HIRO HITO*





Sé valeroso…



Sé valeroso y fiel como los pinos,
                que no cambian su color
                               aun cuando la nieve
                                         oprima sus ramas hasta el suelo

* Emperador de Japón