miércoles, 12 de junio de 2013

DELMIRA AGUSTINI





Amor



Lo soñé impetuoso,  formidable y ardiente;
hablaba el impreciso lenguaje del torrente;
era un mar desbordado de locura y de fuego,
rodando por la vida como un eterno riego.

Luego soñélo triste, como un gran sol poniente
que dobla ante la noche la cabeza de fuego;
después rió, y en su boca tan tierna como un ruego,
soñaba sus cristales el alma de la fuente.

Y hoy sueño que es vibrante y suave y riente y triste,
que todas las tinieblas y todo el iris viste,
que, frágil como un ídolo y eterno como Dios,

sobre la vida toda su majestad levanta:
y el beso cae ardiendo a perfumar su planta
en una flor de fuego deshojada por dos....



ANTONIA TORRES






Segunda inmersión
Andre Racz en la memoria.
«La memoria arroja y deja en seco
una multitud de cosas retorcidas;
una rama retorcida en la playa,
devorada; lisa y pulida
como si el mundo rindiera
el secreto de su esqueleto,
rígido y blanco».
               T. S. Eliot



Llevarse de la vida solamente
algunos tesoros encontrados en la arena:
trozos flotantes, boyas de madera, brillantes colores,
conchas, caracoles
los restos que sobreviven de un desastre náutico
los pequeños tesoros reunidos
                                              cada verano
                                              dispuestos a lo largo de la costa
para descifrar el paisaje.
Cada piedra tiene aquí su correspondencia
sus concavidades en mordisqueadas rocas,
se coleccionan piezas, redes
en donde cada espacio vacío del rompecabezas
quema como la sal
en los surcos de las manos de los pescadores.

Sólo restos,
pedazos dispersos de un libro benévolo
materia encontrada al azar para leer las señales,
el íntimo mapa de la existencia.

SONIA BETANCORT





Cautiverio



Esta es la primera vez que mi cuerpo accede a su sombra
entonces sé que está aquí es la primera vez que lo advierto
mi cuerpo está aquí con su traje dulcísimo
me prende a una puerta que se abre
soy su cuerpo al revés soy el envés de mi cuerpo
soy el cuerpo que mi cuerpo observa

ya un tiempo atrás palideció su traje
mi sexo se expandía en un hospital
con una púrpura en la frente
abarqué el tercer ojo de las intuiciones
y vino la luz de la mano de una mujer
que retrocedía hacia la cueva

hoy el roce de mis manos inmortaliza
progresa por minutos en la fecha
cada gesto desmesurado
se cuela en los visos de esta corporeidad
por ejemplo se acumula el aire en las muelas
y eclipsa mi boca como una ventana
o recuerdo que caí en el rumor del desasosiego
y en el estómago heredé una semilla barnizada

mi cuerpo está aquí me hace pronosticar lo inservible
duele librarse de ese sucedáneo
esa virtud de lo opaco para alejar la pureza

ahora el cuerpo se estremece en su gajo
es la primera vez que lo veo y lleva una borrasca
me atrapa para consolarme
burla la catástrofe
me acerca a los anillos del árbol

está aquí es la primera vez que lo sé
mi cuerpo es otro cuerpo que se observa
mi cuerpo es un destello que se escurre
mi cuerpo está detrás tiene que estar detrás

serán
el imán o la sombra
la respuesta de su cautiverio

Del libro “El cuerpo a su imán”

ROSA LENTINI





La rosa de hielo


La rosa esculpe
sus violentos colores en el frío,
y no es sino quimera de la rosa
en la nieve, rosa de invierno,
agua helada, blanco en lo blanco,
ofreciéndose .
La rosa crepita en la llama,
y en la desolación de la nieve
no hay deshielo demasiado lento.

De "El sur hacia mí”


RAFAEL DE LEÓN





Muerto de amor



No lo sabe mi brazo, ni mi pierna,
ni el hilo de mi voz, ni mi cintura,
ni lo sabe la luna que está interna
en mi jardín de amor y calentura.

Y yo estoy muerto, sí, como una tierna
rosa, o una gacela en la llanura,
como una agua redonda en la cisterna
o un perro de amarilla dentadura.

Y hoy que es Corpus, Señor, he paseado
mi cadáver, de amor iluminado,
como un espantapájaro siniestro.

La gente, sin asombro, me ha mirado
y ninguno el sombrero se ha quitado
para rezarme un triste padrenuestro.



ALFONSO FREIRE



  

Cuando quise regresar

  

Cuando quise regresar
Tú estabas partiendo
Mi corazón
Caía entre la lluvia y tus besos
Tierna
Mirabas detrás del aeropuerto
Nuestra partida
Y sin equipaje valído ente tu imagen
Me lancé al vacío
Para iniciar mi búsqueda
Debajo de tu piel.
Sigo por un camino que arde
Y la amistad se desintegra
Quedando solo algunos árboles heridos
A los cuales abrazo para no caer
En la hoguera
Y encontrar el cántaro fresco que llevas en tu cintura
Cuando quise regresar
Ya no estaban los amigos
Pero estabas tú
En el último control de carretera
Con una bandera limpia entre tus manos
Y una sonrisa que iluminaba el camino
Cuando quise regresar
Ya había llegado al desamparo
En medio del grito
Estabas esperando en mi poesía
Buscando razones para hacerme levantar los brazos
Y encontrar los tuyos
Salir de la esquina amorosa
Para reconocer la vida
Después de tanta muerte.