jueves, 11 de julio de 2013

ATENA RODÓ



Esto que es mío


Esto que es mío te llama
Te ahoga, te atrapa
Te llena, abraza-amordaza
Te enciende, te palpa
Te quema la entraña.

Esto que es mío se ensancha
Te besa, engalana
Hace que el viento susurre
Pétalos de maraña.

Esto que es mío se adhiere
Succiona, saliva, ósculo enarbolado
Rosa labio lengua
Te atrae a mi morada.

Esto que es mío te danza
Se acerca a tu oído
Que gime in excelsium
Y te eleva en crescendo

Esto que es mío te acerca
Te acecha
Soy la loba y tú mi presa
Como diente a cuello
Te dice mía
Enloquéceme en silencio.


RAFAEL DE LEÓN




Duda



¿Por qué tienes ojeras esta tarde?
¿Dónde estabas, amor, de madrugada,
cuando busqué tu palidez cobarde
en la nieve sin sol de la almohada?

Tienes la línea de los labios fría,
fría por algún beso mal pagado;
beso que yo no sé quién te daría,
pero que estoy seguro que te han dado.

¿Qué terciopelo negro te amorena
el perfil de tus ojos de buen trigo?
¿Qué azul de vena o mapa te condena

al látigo de miel de mi castigo?
¿Y por qué me causaste esta pena
si sabes, ¡ay amor! que soy tu amigo?



FRANCISCO LUIS BERNÁRDEZ



  
Soneto


Si para recobrar lo recobrado
debí perder primero lo perdido,
si para conseguir lo conseguido
tuve que soportar lo soportado, 

si para estar ahora enamorado
fue menester haber estado herido,
tengo por bien sufrido lo sufrido,
tengo por bien llorado lo llorado. 

Porque después de todo he comprobado
que no se goza bien de lo gozado
sino después de haberlo padecido. 

Porque después de todo he comprendido
que lo que el árbol tiene de florido
vive de lo que tiene sepultado.




RUBÉN DARÍO




Francisca, sé suave...



Francisca, sé suave,
es tu dulce deber;
sé para mí un ave
que fuera una mujer.

Francisca, sé una flor
y mi vida perfuma,
hecha toda de amor
y de dolor y espuma.

Francisca, sé un ungüento
como mi pensamiento;
Francisca, sé una flor
cual mi sutil amor;
Francisca, sé mujer,
como se debe ser...

Saber amar y sentir
y admirar como rezar...
y la ciencia del vivir
y la virtud de esperar.



AMADO NERVO




El retorno


"Vivir sin tus caricias es mucho desamparo;
vivir sin tus palabras es mucha soledad;
vivir sin tu amoroso mirar, ingenuo y claro,
es mucha oscuridad..."

Vuelvo pálida novia, que solías
mi retorno esperar tan de mañana,
con la misma canción que preferías
y la misma ternura de otros días
y el mismo amor de siempre, a tu ventana.

Y elijo para verte, en delicada
complicidad con la Naturaleza,
una tarde como ésta: desmayada
en un lecho de lilas, e impregnada
de cierta aristocrática tristeza.

¡Vuelvo a ti con los dedos enlazados
en actitud de súplica y anhelo
-como siempre-, y mis labios no cansados
de alabarte, y mis ojos obstinados
en ver los tuyos a través del cielo!

Recíbeme tranquila, sin encono,
mostrando el deje suave de una hermana;
murmura un apacible: "Te perdono",
y déjame dormir con abandono,
en tu noble regazo, hasta mañana....



GONZALO OSSES VILCHES




Ironía



A ti te gustaba el hecho
que yo dijera ser poeta

Pensabas que así me tendrías
y yo -baboso- te escribiría
largos y encendidos versos.

Versos que exaltaran tu belleza
que hablaran al lector de tus virtudes
para que no existieran dudas
sobre la grandeza de tu alma
y la firmeza de tus besos.

Y así, con tu cara de portada de revistas,
querías ser Gala, ser Matilde,
para elevar tu feo nombre
a la categoría de musa,
inspiradora de artistas

¿no es irónico, entonces
que el primer poema que te escribo sea éste;
escrito en estos días,
al cumplirse tres meses de la noche en que te fuiste?