jueves, 29 de agosto de 2013

GONZALO ROJAS




¿A qué mentirnos?



Vivimos, gran Quevedo, vivimos tiempo que ni se detiene, ni
tropieza, ni vuelve.

¿A qué mentirnos con la llama del perfume, con la noche moderna
de los cinematógrafos, antesalas terrestres del sepulcro?
Pongamos desde hoy el instrumento en nuestras manos.
Abramos con paciencia nuestro nido para que nadie nos arroje por lástima al reposo.
Cavemos cada tarde el agujero después de haber ganado nuestro pan.

Que en esa tierra hay hueco para todos: los pobres y los ricos.
Porque en la tierra hay un regalo para todos:
los débiles, los fuertes, las madres, las rameras.
Caen de bruces. Caen de cabeza o sentados.
Por donde más les pesa su persona, todos caen y caen.
Aunque el cajón sea lustroso o de cristal. Aunque las tablas
sin cepillar parezcan una cáscara rota con la semilla reventada.

Todos caen y caen, y van perdiendo el bulto en su caída,
¡hasta que son la tierra milenaria y primorosa!


RICARDO PEÑA



  
Blanca


Blanca, blanca, blanca la melodía
ardiendo de sus hojas.
Nació la tierra enferma.
Nació la luna con la sal del sueño.
Llovió el asombro de mis ojos.
Con el dolor la vida se filtraba.
Enloquecida ya entre mis manos.
Sola, sola, tán sólo sola.


ALI CHUMACERO



Pureza en el tiempo


Rosa desvanecida sobre el túmulo,
al germinar del tiempo derrumbada
en una tumultuosa transparencia.
Veo la gloria en ella, pues los días
hijos son del espacio donde mueren
como el eco infinito de mis ojos.

Levanto el rostro, miro los naufragios
y mis hermanos muertos en olvido
bajo la tierra, mares de tinieblas
presintiendo la imagen de la rosa.

Mas sobre el polvo viajan como nubes,
vientos urdidos en un dulce engaño,
incesantes afines a la música
nacida de sus manos temerosas.

Ignoran su destino, balbucean
palabras del amor y así se salvan,
son humo adormecido sobre lirios,
apariencia tornada movimiento.

Bajo la noche larga de sus ojos,
ninguno sabe si camina al cielo.

No habrá milagro o salvación posible.
El párpado, silencio amortajado
con el lamento de un deshecho mundo,
se abandona a soñar inútilmente
y en sí mismo extravía su tristeza,
dueño ya de una amarga certidumbre.

Si nada me consuela, a solas oigo
la premura de ser flor la mirada
y el corazón desdicha. Porque nadie
buscando la pureza ha sonreído.

De ”Imágenes desterradas”



GABRIELA MISTRAL




Ausencia


Se va de ti mi cuerpo gota a gota.
Se va mi cara en un óleo sordo;
se van mis manos en azogue suelto;
se van mis pies en dos tiempos de polvo.
¡Se te va todo, se nos va todo!

Se va mi voz, que te hacía campana
cerrada a cuanto no somos nosotros.
Se van mis gestos que se devanaban,
en lanzaderas, delante tus ojos.
Y se te va la mirada que entrega,
cuando te mira, el enebro y el olmo.

Me voy de ti con tus mismos alientos:
como humedad de tu cuerpo evaporo.
Me voy de ti con vigilia y con sueño,
y en tu memoria me vuelvo como esos
que no nacieron en llanos ni en sotos.

Sangre sería y me fuese en las palmas
de tu labor, y en tu boca de mosto.
Tu entraña fuera, y sería quemada
en marchas tuyas que nunca más oigo,
y en tu pasión que retumba en la noche
como demencia de mares solos.

¡Se nos va todo, se nos va todo!



ELVA MACIAS



Frío destello


Valgan de ti calladas actitudes
valgan de mí tantas palabras.
Que te conmueva un hermano pequeño
inexistente
o el germen que perdí
en la blanca displicencia de hospital
o el hijo que te ignora.

Revolotean las frustradas parturientas
que en una gravidez vergonzante
me acorralan
                    blanco frío destello
y descendimos
atropellada lentitud
niñas
jóvenes
y de madurez marchitas
todas uniformadas
sin peso en el vientre carcomido
y con la decisión de ser infieles madres
mujeres al fin
en otra dimensión.


MARGUERITE YOURCENAR





El visionario



Yo he visto un ciervo
Atrapado en la nieve.

He visto en el lago
Flotar a un ahogado.

He visto en la playa
Una concha seca.

He visto en las aguas
Pájaros temblando.

A los malditos serviles
He visto en las ciudades.

He visto en las llanuras
El humo del odio.

He visto en el mar
El sol amargo.

En el cielo he visto
Pasar este siglo.

En el espacio he visto
Insondables ojos.

He visto en mi alma
La ceniza y la llama.

Un negro dios vencer
En mi corazón he visto.