domingo, 6 de octubre de 2013

JUAN GELMAN



La puerta


abrí la puerta/amor mío
levantá/abrí la puerta
tengo el alma pegada al paladar
temblando de terror

el jabalí del monte me pisoteó
el asno salvaje me persiguió
en esta media noche del exilio
soy yo mismo una bestia




ENRIQUE BANCHS




Balbuceo


Triste está la casa nuestra,
triste, desde que te has ido.
Todavía queda un poco
de tu calor en el nido.

Yo también estoy un poco
triste desde que te has ido;
pero sé que alguna tarde
llegarás de nuevo al nido.

¡Si supieras cuánto, cuánto
la casa y yo te queremos!
Algún día cuando vuelvas
verás cuánto te queremos.

Nunca podría decirte
todo lo que te queremos:
es como un montón de estrellas
todo lo que te queremos.

Si tú no volvieras nunca,
más vale que yo me muera...;
pero siento que no quieres,
no quieres que yo me muera.

Bien querida que te fuiste,
¿no es cierto que volverás?
para que no estemos tristes
¿no es cierto que volverás? 



JORGE LUIS BORGES





Al horizonte de un suburbio



Pampa:
Yo diviso tu anchura que ahonda las afueras,
yo me estoy desangrando en tus ponientes.

Pampa:
Yo te oigo en las tenaces guitarras sentenciosas
y en altos benteveos y en el ruido cansado
de los carros de pasto que vienen del verano.

Pampa:
El ámbito de un patio colorado me basta
para sentirte mía.

Pampa:
Yo sé que te desgarran
surcos y callejones y el viento que te cambia.
Pampa sufrida y macha que ya estás en los cielos,
no sé si eres la muerte. Sé que estás en mi pecho.



MARÍA NEGRONI




tantas vueltas…


tantas vueltas de piel de toro
tantas chapas de hierro y bronce
no protegen

el viento vuelve a traer
su carga de antiguas culpas

¿en qué nombre del alma
soy yo la abandonada?

¿en cuál la que abandona?

toda navegación instaura
el río que la lleva

así en la huída
así el pájaro ingrato

obsesionado por tus muros


SUSANA ROMANO





3



Hay una noticia sacada de la noche de la cama

Es la cara de un hombre gritando
Son los ademanes de una mujer
Gritando

Hay frío
Las piernas tropiezan en un escalón repentino


Del libro "Diario de las cosas

LAURA YASAN




Perdida



busco a la otra
solía aniquilarla un fuego helado
en los días lluviosos
escribía esos versos cargados de crueldad
giraba en esa fiebre hasta vaciarse
postergada o ajena
destilaba un color elemental

maldita
a esa la busco

dormir sobre su ausencia
es vivir en el centro de una página en blanco

soy la extranjera
que le cedí mi cuerpo para esconder sus bestias
del sol que las mataba
que soñó pesadillas en mi estómago
que desgarró mi sexo
para nacer los niños que después se comía

muda heredera
soy ahora la cáscara que muerde su silencio
esclava sin tirano
vagando en un castillo perdido en un país
que sólo existe cuando ella lo nombra