viernes, 24 de enero de 2014

ELSA WIEZELL




Proemio de la decepción


No tener y tener lo mismo es.
Tiempo de atrás y el que vendrá después
lo mismo es.
Empeñarse en el grito y resbalar,
avanzar sin saber a donde irá.
Amar o desterrar el loco amar,
lo mismo es.
Terminar lo que se fué en la voz,
cargar el hombro y hacer feliz y dar.
Disparar la absoluta claridad.
Descuajar en el pan de la orfandad,
reclamar la alegría y el amor.
Lo mismo en el mañana y el después.
Silencio, hierro,
vuelo y canción.
¿Cuando sea ciego ya no habrá este soñar?
El pie, la frente, la cintura,
el canto, el anhelar
se irán todos al viento
a descansar, a descansar...




HUGO RODRIGUEZ ALCALA




Niebla


Una niebla azulina
fue borrando los cerros de las costas,
y a mis ojos, ahora,
el lago se ha quedado sin orillas.

El gran pájaro acuático
como dormido en su alto vuelo
ha de sentir, feliz, que se le expande,
enorme, su Universo.

Así también mi alma
en esta paz como en un sueño
libre de todo afán, vuela sobre la vida
que hoy es lago diáfano sin orillas de Tiempo.


VÍCTOR-JACINTO FLECHA

  

Yo sé


Yo sé que tú
         también
hombre de manos blandas
tienes un miedo pánico
te tiemblan las rodillas
hasta la torcida sombra del teléfono
bajan a tus sueños los sátiros comunistas
y este gobierno que te mantiene
y andas entre los vericuetos
de tus sumas y tus mapas
con la calavera a cuestas
parodiando inútilmente la
nunca comprendida
          palabra
          del poeta.



MÓNICA LANERI




Cuestión de género



Si me recordaras
Mujer
y te recordaras
Hombre,
acaso
lo que pido
no sería demasiado.


ELVIO ROMERO

  


Tormenta



La noche ha sido larga.

Como desde cien años
de lluvia,
de una respiración embravecida
proveniente de un fondo de vértigo nocturno,
de un cántaro colorado
jadeando en la tierra,
el viento ha desatado su tempestad violenta
sobre el velo anhelante de la ilusión
efímera, sobre los fatigados menesteres
y tú y yo, en la colina
más alta,
en el rincón de nuestros dos silencios,
abrazados al tiempo del amor, desvelándonos.

Deja que el viento muerda sobre el viento.
Yo te cerraré los ojos



DELFINA ACOSTA




Porque siendo verano



Será tal vez el alma lo que duele
porque siendo verano paso frío.
Como una gota se cayó y rodó
mi alma en la escalera de un altillo.
Ayer estaba alegre y contagiosa.
Hoy mi ojo triste en el espejo espío.
Por la salud de todas tus amantes
hago sonar mi copa contra el piso.
¡Noches de amor y ni una medianoche!
Las penas se me van con los vestidos,
mi maldición en balde y el veneno
que bebo de mi cáliz los domingos.
¡ Rodó la gota por las escaleras !
No se me pasa el alma con suspiros.
La pena es ese pájaro que trina
sobre una rama y canta, a Dios, divino.