miércoles, 16 de abril de 2014

CÉSAR AUGUSTO ZAPATA


 

Para entender vacíos



Estar en la realidad es un misterio
Pararse en la ventana y ver el día
Volver sobre los pasos de aquél otro
En donde han muerto verdades mías
Azar que se construye en el delirio
De sabernos despiertos todavía
Por qué lo perdido se hace piel
Cuerpo de goce en el martirio.


 

MANUEL GARCÍA-CARTAGENA


 

 

A Moncondor

  

Mientras llega tu mañana, rompe con todo;
sé tan sólo tú, aunque pagues el precio
de conocer el vacío que vive en cada sombra.
Sal de ti y ponte a amar
la primera forma bella que a tu paso encuentres.
Habítala sin dudas: tu deseo nunca miente.
Aléjate de quienes, por envidia o por prudencia,
intenten frenar tu marcha.
Conserva un buen libro, un par de amigos,
el amor a lo bello y tu inocencia.
Después vendrá la orden
que te hará morder el polvo,
y te verás cambiar hasta no reconocerte.



 

MANUEL DEL CABRAL


 


 

Sólo el silencio es amigo.
Pero también
no es amigo... si lo mudo
se oye bien...

¿Quién mide el aire y lo pone
cuadrado como pared?
¿Quién lo pone tan pequeño
que cabe en el puno... quién?

El mapa se está llenando
de dientes como el menú.
Pero no importa:
el humo de mi guitarra
da caliente pan azul.

 

 

 

FEDERICO BERMÚDEZ Y ORTEGA


 


 

(A S. M Grecia L.)

 

La nota más pulcra que duerme en mi lira,
¡oh! dulce Regina, Princesa de Amor,
el sueño quebranta, despierta y suspira,
por ser en tus manos de nácares, flor.
 

Permita ¡oh! Señora, que llegue a tu regio
palacio de perlas, de oro y marfil,
el eco melifluo del mágico arpegio,
que a ti da mi lira, Princesa gentil.
 

Tu mano es de nácar, divina Señora,
tu frente divina, de nácar también;
de un rayo de luna y un beso de Aurora
surgiste del cáliz de un lirio al nacer.

 

 

 

JUAN ANTONIO ALIX



 


 

La República Dominicana se encuentra
por el momento en plena paz y tranqui-
lidad. ¡ Loado sea Dios!

 

DEDICATORIA:
Al ilustre Caballero Mr. Tomás Cleveland,

Ministro Americano cerca del Gobierno Dominicano,

residente en la Capital de nuestra República.

El señor Cleveland ha sido bien obsequiado en
todas las Comarcas del Cibao que ha
visitado; que para bien sea.

 

 

Con toda satisfacción
Damos hoy publicidad
Que ya la tranquilidad
Reina en toda la Nación;
Pues la cruel revolución
Ha bajado su estandarte
En ese mismo baluarte
que de cuna le sirvió;
Y la paz enarboló
El suyo por toda parte.

 

Los dos Jefes principales
De la tal revolución,
Viendo ya con atención
Las consecuencias fatales
De esas luchas criminales,
Con el Gobierno pactaron,
Y fielmente celebraron
El Demetrio y Desiderio,
Un pacto bastante serio
Que en Montecristy firmaron.

 

La Provincia de La Vega
Se
encuentra toda de gala,
Porque Perico Lasala
Tampoco quiere más brega;
Haciendo su gente entrega
De sus armas principales;
Inclusos los generales
Pimentel y otros varios,
Los que ya no son contrarios
Del Gobierno de Morales.

 

Y hay quien diga con afán
Que ya Perico Lasala,
Jamás tirará una bala
Por su compadre don Juan
El araña capitán,
Que después que le ofreció
La ínsula, se embarcó
A gozar a Puerto Rico,
Y al infeliz del Perico
En la estaca lo dejó. (1).
Por lo dicho se verá
Que ya todo está tranquilo,
-------------
(1) El refrán que dice: “quedó como
perico en la estaca”

.
Y por ese mismo estilo
Mucho tiempo lo estará.
Aunque nunca faltará
Algún hijuelo de perra,
Que desee otra vez la guerra;
Pero si cualquiera abusa,
Ya encontrará su tusa
Con los blancos de otra tierra.
Pues, ¿quién es el que no sabe
Que el Gobierno yanqui ha sido

 

Quien más ha contribuido
A que la guerra se acabe?
Y que esa gloria le cabe
A los norte-americanos,
Que alzadas tienen las manos
Para aplastar a cualquiera,
Que intente encender la hoguera
Entre los dominicanos.

 

Toda nación europea
Y los norte-americanos,
Entre los dominicanos
No consienten más pelea.
Que cual gobierno que sea
Ellos lo han de proteger
Y por la fuerza han de hacer
Que no se altere la paz,
Como remedio eficaz
Para el País florecer.

 

Ya un Ministro americano
Reside en la Capital,
Y lo que es el litoral
Del País dominicano
Nunca faltará a la mano
Muy grandes buques de guerra,
Que echarán gentes a tierra
Por millones si se ofrece;
Y el que se mueve, perece,
Y que de una vez se entierra.

 

El pueblo dominicano
Será siempre independiente,
Como promete fielmente
El coloso americano;
Y no habrá poder humano
Que le toque en realidad,
Viviendo en tranquilidad
En paz, en buena armonía,
Pero, si es en anarquía,
Perderá su libertad.

 

Así es que desgraciado
Del que ahora se menea,
Que prontamente gotea
Y es de una vez sepultado.
Morales está apoyado
Y su Gobierno igualmente,
Con buques, dinero y gente,
y ya con revolución
Lo que es en nuestra Nación
No se tumba presidente.

 

Eso es bueno con batata, como dice
un refrán.

 

Santiago, 11 de Julio de 1904

 

MIGUEL ANTONIO JIMÉNEZ


 
 


 

A.C.S.

 

Desnuda va la sangre en su llama
de río su luz traspasa el agua y el lenguaje
así de sueño estiràndose fino como un ala
subiendo en giro luz al aire forman
de viento simas ahondan la madrugada del viento
vino y mar fugan el fuego en su mirada
dios solar en el silencio tierra y agua
donde corre en la arena la demencia del uno
alma quemada en la llama del iris
astro de música en un tacto sin cuerpo
robada claridad su luz de sueño
diluye los colores en la escritura el fuego
semilla enamorada que germina
en la carta de muerte que giran sus vocales.