jueves, 26 de junio de 2014

FERNANDA SIERRA


 

Sexo y sopa

 

Los mismos caminos casi verdes
Me preocupa
Principalmente en tu boca
Que siempre distorsiona lo que quiero
El sexo solitario
Me abre el apetito
Necesito calentar mi sopa
No aguanto mas
Esa sopa
Necesito comerme a alguien
De noche
Me faltan los cigarros
Entro en un bar
Pagan por diversión
Necesito cigarros, sexo y sopa caliente

 

 

PABLO NERUDA


 
 

La calle destruida

 

 
Por el hierro injuriado, por los ojos del yeso
pasa una lengua de años diferentes
del tiempo. Es una cola
de ásperas crines, unas manos de piedra llenas de ira,
y el color de las casa enmudece, y estallan
las decisiones de la arquitectura,
un pie terrible ensucia los balcones:
con lentitud, con sombra acumulada,
con máscaras mordidas de invierno y lentitud,
se pasean los días de alta frente
entre casas sin luna.

El agua y la costumbre y el lodo blanco
que la estrella despide, y en especial
el aire que las campanas han golpeado con furia,
gastan las cosas, tocan
las ruedas, se detienen
en las cigarrerías,
y crece el pelo rojo en las cornisas
como un largo lamento, mientras a lo profundo
caen llaves, relojes,
flores asimiladas al olvido.

Dónde está la violeta recién parida? Dónde
la corbata y el virginal céfiro rojo?
Sobre las poblaciones
una lengua de polvo podrido se adelanta
rompiendo anillos, royendo pintura,
haciendo aullar sin voz las sillas negras,
cubriendo los florones del cemento, los baluartes de metal
destrozado,
el jardín y la lana, las ampliaciones de fotografías ardientes
heridas por la lluvia, la sed de las alcobas, y los grandes
carteles de los cines en donde luchan
la pantera y el trueno,
las lanzas del geranio, los almacenes llenos de miel perdida,
la tos, los trajes de tejido brillante,
todo se cubre de un sabor mortal
a retroceso y humedad y herida.

Tal vez las conversaciones anudadas, el roce de los cuerpos,
la virtud de las fatigadas señoras que anidan en el humo,
los tomates asesinados implacablmente,
el paso de los caballos de un triste regimiento,
la luz, la presión de muchos dedos sin nombre
gastan la fibra plana de la cal,
rodean de aire neutro las fachadas
como cuchillos: mientras
el aire del peligro roe las circunstancias,
los ladrillos, la sal se derraman como aguas
y los carros de gordos ejes tambalean.

Ola de rosas rotas y agujeros! Futuro
de la vena olorosa! Objetos sin piedad!
Nadie circule! Nadie abra los brazos
dentro del agua ciega!
Oh movimiento, oh nombre malherido,
oh cucharada de viento confuso
y color azotado! Oh herida en donde caen
hasta morir las guitarras azules!


 

MIGUEL ARTECHE SALINAS





Primera madrugada

  

Escucha, susurrante, el tiempo de las estrellas,
La silabeante madrugada que se acerca.
Escúchate el cuerpo que tembloroso aguarda,
La llave desolada del abrazo, el trémulo contacto,
La mano que te cierra los ojos, la tierra que se abre
Con ignorados frutos. ¡Levántate, dormida!
La noche final te atraviesa,
Todo el mundo nos atraviesa, nos envuelve.

Mi cuerpo está en ti.
Nuestros cuerpos gimen a través de la tierra.
Muerdo el gozo del rocío y levantamos las banderas del amor
En lo alto de los edificios orgullosos.
Y en ti tomo la humedad de los bosques,
Las solitarias fuentes escondidas.
Y liberto en tu sangre los ríos en esta hora de las colinas que se
Estremecen,
Ahora que tú rasgas la noche que se aleja,
Y yo surjo de ti, nutrido de tu amorosa profundidad.

 

 

FANNY CAMPOS ESPINOZA


 

Recostada en la desnudez


“… una fascinación por un vestido blanco que se vuelve rojo,
por la idea de un absoluto desgarramiento,
por la evocación de un silencio constelado de gritos
en donde todo es la imagen
de una belleza inaceptable.”
Alejandra Pizarnik

 

 

Escucho los gemidos que se acercan
La tina llena de sangre me recuerda a Báthory
Mi gata lleva su nombre y es curioso
maúlla cada vez que me corto
Y cada vez que cae una nueva gota roja
Byron rasguña los vidrios de la ventana

Mi casa está llena ...de maullidos ...de Báthory
rasguños ..........de Byron
la tina siempre lista para un baño
los gemidos los tengo grabados.. y oprimo play
cada vez que quiero ...recordar el espejo
............................antes de quebrarse antes de haber descuartizado al primer ángel.

 

 

 

GABRIELA MISTRAL


  

Yo no tengo soledad

 

Es la noche desamparo
de las sierras hasta el mar.
Pero yo, la que te mece,
¡yo no tengo soledad!

Es el cielo desamparo
si la Luna cae al mar.
Pero yo, la que te estrecha,
¡yo no tengo soledad!

Es el mundo desamparo
y la carne triste va.
Pero yo, la que te oprime,
¡yo no tengo soledad!

 

 

 

GONZALO POZO


 
 

Amor disoluto

 

La burda enfermedad con la que despierto
hace que tus pétalos enloquecidos
se lancen al vacío y busquen su muerte añorada

En el café matutino
se refleja el tormento de los engranajes vencidos
del tedio que me espera
la sonrisa apagada con la cual me desplazo
por todo lugar
pensando en la noche
y encontrarte a ti boquiabierta
escondida entre la seda
inquieta y fría

todo es igual a lo que pienso
me acerco a ti
frágil esclava desnutrida
inquieta y fría
me paro en mis cuatro patas de centauro robusto
me inclino relinchando con mis colmillos a punto
comienzan nuevamente a manosear tus llagas sumisas
y cristalinas
tus llagas en carne roja y jugosa

me miras ansiosa e inocente
mientras como cucarachas apocalípticas
mis dedos bajan por tu espalda dormida
dibujando la lagrima
salada en el centro
la lagrima que esperara que la esponja seca
de mi boca
se incruste justo donde antes caminaron valientes
mis dedos
para poder tragar toda culpa injusta e injuriosa.