jueves, 3 de julio de 2014

LOURDES VÁZQUEZ


 
 

La superficie y su imagen

 


Fijo los ojos en esta fotografía nuestra.
Yo a tu lado que miro de frente
el aparato en cuyo interior
la transparencia de la luz nos compromete.
Es cuando aprieto bien los latidos e
indago por el muro que debo brincar,
la planta gigante que debo escalar, la
pantalla de proyección de cine que debo
penetrar. Entinto el revelado, como fósil
en su yacimiento. Es cuando recuerdo
este humano corazón mío.

 

 

LUIS HERNÁNDEZ AQUINO


 

En esta quieta orilla...

 

No turba el aire quieto
el pájaro;
turba el cielo del alma
que le está deseando.
No turba el horizonte
el árbol;
turba los ojos grises
que ahora le están mirando.
No turba el agua clara
el astro;
turba el agua del sueño
que le está reflejando.
Todo en el mundo luce
su esplendor y su cántico.
En esta quieta orilla
el hombre está soñando.

 

 

CALIXTO CARRERA MONTALVO


 
 

Estás feliz, Jesús

  

Estás feliz, Jesús, en el pesebre;
flor de esperanzas encarnada en niño,
y al darte como ofrenda mi cariño
me pide el corazón que lo celebre.

No soy del verbo el consagrado orfebre
que acendre del cantar como el armiño
más, dándote mi amor, tal me constriño
que dejo que mi verso te requiebre.

¡Bendito tú que a los humanos vienes
cual un Niñito con tus carnes lenes
echado en pajar de lar sencillo...!

En esta tu humildad, me eres ejemplo
y encuentro tu pajar ara de templo
donde mi orgullo artificial humillo.

 

 

CARMELO APONTE FELICIANO


 
 

San Sebastián

  

Abortóse aquí el sueño de Betances;
su más caro ideal, roja quimera,
¡Quebrantar de la Patria las cadenas
en una heroica gesta emancipante!

Al toque de clarines en la aurora
hostia sacra fue el barro de tu suelo,
al beso de la sangre arrojo y fuego
inmolatoria ofrenda redentora.

Burlóse los designios de la historia,
¡Implacable de tus hijos el triste sino!:
Recorrer de los parias el camino.

¡Sin honor, sin laureles ni victorias;
Presentir en las alturas el destino
Quemadas ya, las alas de la gloria!...

 

 

 

 

FÉLIX CÓRDOVA ITURREGUI



 

Salgo hacia ti


 

Salgo hacia ti como los niños salen a la calle
buscando la escuela,
al silencio caliente de la brea y su olvido,
a los caminos desolados de árboles ausentes
y a un tiempo vulnerable con los dedos muy largos.
Salgo a ti y observo la indiferencia del semáforo,
su hermosa distancia de la prisa y la angustia,
su juego de luces con permiso y prohibición.
Salgo a un aire de plomo sin pájaros cantando
y quiero descifrar tu rostro de brea y cemento
y pedirte un ojo que sea un ala estrenándose
como un enorme candado arrepentido.
Salgo como la rosa sale de la esquina,
a una calle soñada de libertad y belleza
y al riesgo del amor sin rejas ni portones.

 

 

KATTIA CHICO



 

Memoria me moría

 
 

Con palabras aleves memoria me moría.
Memoria me acusaba, memoria me acosaba
con sus dulces secretos, relámpagos y luces.
Lactaba la mentira acogida a su seno.

Memoria me acostaba sobre sus faldas frías,
sus faldas que giraban, giraban, que giraban,
con sus muy memoriosas arandelas de tules
que iban trocando cosas para adquirir más vuelo.

Memoria me hechizaba, me besaba la boca.
Vivir entre sus faldas era cuanto quería;
enredarme en su pelo telaraña y rocío,

buscar entre sus ruedos un poco de mí misma.
Este poco que ahora lentamente se agota.
De mi cadáver tibio nace limpio el Olvido.