domingo, 20 de julio de 2014

LUIS PALÉS MATOS


 

La piedra

 

En su duro letargo concentrada,
Redonda, como el cráneo de un gigante,
La piedra en la vereda perfumada
Es verruga enigmática y punzante.

Quieta, sintió la alegre carcajada,
Y el temblor de la carne rozagante,
De la muchacha frágil y cansada
Que llegó con el cántaro jadeante.

La piedra suda un ansia negra y blonda.
En lo profundo de su entraña honda
Un sueño se arrebuja perezoso.

"¡Moisés, Moisés, la turba está sedienta;
Tócame con tu vara, que revienta
El manantial de líquido precioso!"

 

 

JOSÉ GAUTIER BENÍTEZ


  


Enfermo

A mi hija María

 
Un noble marino anciano,
del viento y del sol curtido
abandonó, ya rendido
los embates de la mar;

Y no de las ondas lejos,
en la cercana ribera,
alzó la quinta, y la era,
y el jardín, y el palomar.

En su báculo apoyado
llegó luego a la vecina
aldea, la noble ruina
que retaba al aquilón;

Y allí pidió balbuciente
a un pobre y rudo aldeano,
de una doncella la mano,
de una niña el corazón.

Ya olvida entre dulces lazos
sus pasados sinsabores
y de sus tardos amores
brotan los frutos al fin;

Ya hay manecillas y gritos
que asustan a las palomas;
quien rompa flores y pomas
corriendo por el jardín.

Pero es muy tarde, y emprende
su viaje para el cielo
el que cruzó con anhelo
las llanuras de la mar.
.....

¿Dejaré, como el marino,
el bien, apenas logrado?...
¿Habré tarde levantado
quinta, huerto y palomar?

 

 

 

FELIPE N. ARANA


  

Confusión de luz

 

Cuando por las noches contemplas el cielo
donde sus encajes exhibe la nube
que a veces se extiende cual si fuera un velo
y otras se repliega cual si fuera un ave,
y el rosal celeste de luces se cuaja,
un brillor intenso el espacio ilumina.
Pero no se sabe
si es fulgor que baja
o fulgor que sube.
¡Cualquiera adivina!
Porque es imposible, ¡oh, vanos antojos!
al mirar tus claras pupilas tan bellas
y al ver en el cielo tantos guiños rojos,
decir si iluminan tu faz las estrellas,
o saber si ellas
rutilan al beso de luz de tus ojos.


MINERVA AROCHO RIVERA


 

Tejedora

 

Soñadora ... así soy yo,
y en mágico telar,
tejo que tejo mis sueños
con hilos de eternidad.

Los hay de diversas formas,
hechos de rayos de luna,
transparentes y sutiles.
También los tengo de sombras,
muy febriles y muy tristes.

Las ilusiones perdidas
voy tejiendo en mi telar
¡y cobran de nuevo vida!

A cada instante se parten
los hilos de mi telar,
y se rompen tenuemente
cual si fueran de cristal.
Yo los enhebro de nuevo
sigo mi eterno ensoñar.

Soy tejedora incansable,
forjadora de quimeras,
de abismos tan insondables
y ... también de vana espera.



 

NOEL LUNA


 

En la superficie

 

En la superficie
del mar está mi sombra.
La sucesión periódica
del oleaje borra
su forma entre la espuma.
Imagen de mi cuerpo
fundiéndose a la danza
del agua.
Imagen de mi cuerpo
danzando los motivos
del canto.
En la superficie
del mar está mi sombra
y mi voz sumergida
no la alcanza.

 

 
 

LAURA GALLEGO


 

Ni una palabra

 
 
Ni una palabra
Ni una sola palabra.
Con las manos en los ojos
y la sonrisa cerrada.
Sin saber nada de mí
sin desliar mi voz de lana
porque no aparezca yo
con mi tristeza callada.

Ni una palabra.
Ni una sola palabra.
Porque no quiero encontrarme
cuando la voz se me escapa,
ave caliente que lleva
vuelo de desesperanza
Porque ceñida a mí misma
como el mar a sus entrañas,
todo silencio y cristal,
todo ensueño de playas,
no sé tampoco como él,
lo que dicen las palabras.
Ni una palabra,
ni una sola palabra.