martes, 29 de julio de 2014

LUIS PALÉS MATOS


 

Dilema

 

Contigo estoy perdido, contigo estoy salvado.
Eres gozo y tormento, sentencia y redención.
Por ti desciendo al vórtice llameante del pecado,
por ti alcanzo la gracia divina del perdón.

Arcángel o demonio, me tienes condenado
a este vivir de muerte que arrastra el corazón.
Pasas -soplo del cielo- por mi amor angustiado,
y me quemas la sangre como una maldición.

Tu voluntad me ha hecho mendigo o potentado.
Júbilo y desaliento pones en mi canción.
Soy, en tus manos crueles, el burlador burlado,

y en el torvo dilema que afronta mi pasión,
te amo, con el más negro odio desesperado,
te odio, con las más clara y limpia adoración.

 

 

VIRGILIO DÁVILA


 

Borinquén

 

Piense de mí lo que pensar le plazca
aquel que, de altruista blasonando,
dice que tiene por su patria el mundo,
y son todos los hombres sus hermanos.

Piense de mí lo que pensar le plazca,
mientras yo declaro
que entre todas las tierras conocidas,
es Borinquén la tierra que idolatro...

¡Esta hermosa esmeralda
que engarzó Dios en medio del Océano!

 

 

 

 

RAFAEL HERNÁNDEZ RAMOS



 

Décima

  

En la dorada ribera
de mi Yauco tuvo origen
la capital aborigen
donde Güeybaná naciera.
De este varón se venera
su sublime heroicidad.
Con cría y combatividad
frente a Ponce de León
dignificó esta nación
para la posteridad.

 

 

 

HJALMAR FLAX


 
 

Invitación

 
 

Este librito que legó la suerte,
más que por bien por malaventurado,
ha caído en tus manos, resignado
lector que esperas en su espejo verte.

Léelo despacio. Busca conmoverte
repasando el camino más trillado.
Busca sentir de nuevo lo olvidado
que entonces te dio vida y te dio muerte.

Hoy que no sientes nada, que caminas
por tu existencia tibia y pasajera
entregado a automáticas rutinas,

despierta, aunque al dolor. Lo que te espera
es el recuerdo de tu amor en ruinas.
Déjate devorar por su quimera.

 

HILDA VÉLEZ RODRÍGUEZ


 

Viento de otra playa

  

No hay océano entre nosotros.
Estás aquí, aquí, cerquita.
Te siento dentro, te siento siendo.
Que eres ahora quién fuiste.
Que eres ahora quién serás.
Quien levanta mis mareas
Quien calienta mis inviernos.

Ya cesó el viento del sur
Se llevó sus olas a su playa.
Ya cesó todo intento
de separar nuestros cuerpos.
Y el dolor, si el dolor
se fue detrás del viento.

 

 

HÉCTOR SOTO VERA



 

Silencio

  

Silencio. Escucha. Te siento dentro de mí.
No ves mis ojos, ¿cómo te ansían? Silencio. Calla.
¿No ves cómo anhelo oír de tus labios un Sí?

Te busco dentro del perfume,
dentro del aliento de una flor.
Te concibo en lo eterno: en el amor.

Calla. Háblame en el silencio de labio a labio,
de boca a boca. Dáme tu aliento perfumado.
Dáme tus besos y luego… ¡ámame!