domingo, 16 de noviembre de 2014

JAVIER SOLOGUREN


 
Fuego absorto

 

Noche que fuiste día, pecho por donde entrara
como una mano de cristal, como un navío blanco
el sol que canta de claridad y canta a oscuras.
En ti está el día, noche, por tu cuerpo ha bajado
en una ardorosa marea de labios dispersos,
en un peso espacioso que a tus pies descansa.
El día eres, noche, resplandeciendo a tus plantas
sin el uso del trajín y los afanes, cerrado como un cofre
donde el sueño y los astros, hogueras intangibles,
tocan entre la sombra, entre sus hojas respiran
algo del aire y del rostro del día ya lejano.

 
De "Vida continua" 1989

 

 

CÉSAR MORO



Hay que llevar los vicios como un manto real, sin prisa...

 

Hay que llevar los vicios como un manto real, sin prisa.
Como una aureola que se ignora, que se aparenta no percibir.

No tiene sino los seres viciosos cuyo contorno no se esfuma en el barro hialino de la atmósfera.

La belleza es un maravilloso vicio de la forma.

Y luego ¿qué? Uno ha desagradado se desagrada. Se desagradará.

Mi púrpura real está manchada; como los tigres, animales con piel y con plumas.

Convicción de no decaer, excepto, ay, físicamente. Uno puede matar si no es a sueldo. Mi ambición es de este mundo
pero no del vuestro.


Las trampas que tiende esta época son doblemente infames. No es todo el no brillar: «con nosotros o contra nosotros».
Habría que tener mil vidas por día e inmolarlas diariamente.


Precisamente ese pliegue de nuestra historia me desagrada soberanamente. Digo nuestra para hacerme comprender,
no para confundirme (para participar allí).

Geo Ostensoir, llamado Royal Splendor.

Uno da todo para no tener nada. Siempre para comenzar de nuevo. Es el costo de la vida maravillosa.

La muerte es el término espantoso del sol. El contrato que debe terminar. Costumbres de propietario.

Vuelve a mí fantasma de mis noches. Vuelve a verme para que yo me encuentre.
 

19 de marzo de 1953

 

MANUEL GONZÁLEZ PRADA


 

Origen del Rímac

  

El viejo Rey de la Costa
Atribulado
camina,
Que desoló sus regiones
Interminable sequía.

Con su prole y sus mujeres,
Domeñando la fatiga,
Va de ardientes arenales
A nevadas serranías.


 

-«No los Andes trasmontemos,
Que en las nieves de sus cimas,
A mi pecho falta el aire,
Falta el calor a mi vida.

Hijos, abrid en las rocas
Profunda cueva sombría:
Quiero tener en su fondo
Mi sepulcro y mi guarida».

Desciende a cueva profunda
Y allá, del fondo, suspira:
-«Con peñasco inamovible
Emparedad la salida».


II

El viejo Rey de la Costa
Siglos
de siglos habita,
Sin que el sueño de la muerte
Cierre nunca sus pupilas.

Y soterrado en las sombras,
Llora tanto noche y día,
Que el torrente de sus ojos
Por grietadas peñas filtra:

A las tristes pampas lleva
El torrente la alegría,
Lleva el agua que es la madre
Misteriosa de la vida.

Si la nieve del Invierno
Amortaja las colinas,
Merma el agua del torrente,
Que el antiguo Rey dormita.

Mas si el Sol de Primavera
Candentes rayos fulmina,
El antiguo Rey despierta
Llorando a lágrima viva.

 

 

RODOLFO HINOSTROZA



Para Una Visión (III)

 
En Azul
Oh tua blándula blanda blandícula
Oh tua mamulae mamae moliculae
cave cavete meam víperam nisi te mordem
Morde me! Basia me!
Yo no tengo un cuerpo:
yo soy un cuerpo.

 

 

 

EMILIO ADOLFO WESTPHALEN

 

Mundo Mágico

 

Tengo que darles una noticia negra y definitiva
Todos ustedes se están muriendo
Los muertos la muerte de ojos blancos las muchachas de ojos rojos
Volviéndose jóvenes las muchachas las madres todos mis amorcitos
Yo escribía
Dije amorcitos
Digo que escribía una carta
Una carta una carta infame
Pero dije amorcitos
Estoy escribiendo una carta
Otra será escrita mañana
Mañana estarán ustedes muertos
La carta intacta la carta infame también está muerta
Escribo siempre y no olvidaré tus ojos rojos
Es todo lo que puedo prometer
Tus ojos inmóviles tus ojos rojos
Es todo lo que puedo prometer
Cuando fui a verte tenía un lápiz y escribí sobre tu puerta
Esta es la casa de las mujeres que se están muriendo
Las mujeres de ojos inmóviles las muchachas de ojos rojos
Mi lápiz era enano y escribía lo que yo quería
Mi lápiz enano mi querido lápiz de ojos blancos
Pero una vez lo llamé el peor lápiz que nunca tuve
No oyó lo que dije no se enteró
Sólo tenía ojos blancos
Luego besé sus ojos blancos y él se convirtió en ella
Y la desposé por sus ojos blancos y tuvimos muchos hijos
Mis hijos o sus hijos
Cada uno tiene un periódico para leer
Los periódicos de la muerte que están muertos
Sólo que ellos no saben leer
No tienen ojos ni rojos ni inmóviles ni blancos
Siempre estoy escribiendo y digo que todos ustedes se están muriendo
Pero ella es el desasosiego y no tiene ojos rojos
Ojos rojos ojos inmóviles
Bah no la quiero

 

 

 

CESÁREO MARTÍNEZ

 

Tendrás un arquitecto

 

        Tendrás un arquitecto que diseñe tu casa

                frente a la costa

        donde probablemente duerma tu cuello algunos minutos

                del verano

        y su sueño sea una jirafa de espumas flotando sobre el mar

        Tendrás tu cuerpo límpido, soñando en la transparencia

                del día

        y brillando todos los siglos de la noche

        Tendrás un bobo marido-admirador íntegramente consagrado

                a tu íntimo jardín

        Tendrás un amante que te haga el mar a la italiana

        Y te diga arrivederci Sara

        Tal vez algunas amigas rosadas con quienes discutas

        quién es el mejor poeta del mar

        Tendrás tus joyas y un chorlito cultivado, a la altura

                de tus desmanes

        Tendrás toda la costa indeterminable frente a tu casa

        Mas al delfín que se desliza en este poema, jamás;

                puesto que se desliza,

                es que escapó a tus redes.