lunes, 24 de noviembre de 2014

JOSÉ WATANABE



El anónimo

 

Desde la cornisa de la montaña
dejo caer suavemente una piedra hacia el precipicio,
una acción ociosa
de cualquiera que se detiene a descansar en este lugar.
                      Mientras la piedra cae libre y limpia en el aire
siento confusamente que la piedra no cae
sino que baja convocada por la tierra, llamada
por un poder invisible e inevitable.

Mi boca quiere nombrar ese poder, hace aspavientos, balbucea
                      y no pronuncia nada.
La revelación, el principio,
fue como un pez huidizo que afloró y volvió a sus abismos
y todavía es innombrable.

Yo me contento con haberlo entrevisto.
No tuve el lenguaje y esa falta no me desconsuela.
Algún día otro hombre, subido en esta montaña
                                                   o en otra,
dirá más, y con precisión.
Ese hombre, sin saberlo, estará cumpliendo conmigo.

 

 

JOSÉ MARÍA EGUREN




 

Los nevados muertos,
Bajo triste cielo,
Van por la avenida
Doliente que nunca termina.

Van con mustias formas
Entre las auras silenciosas:
Y de la muerte dan el frío
A sauces y lirios.

Lentos brillan blancos
Por el camino desolado;
Y añoran las fiestas del día
Y los amores de la vida.

Al caminar, los muertos una
Esperanza buscan:
Y miran sólo la guadaña,
La triste sombra ensimismada.

En yerma noche de las brumas
Y en el penar y la pavura,
Van los lejanos caminantes
Por la avenida interminable.

 

 

RODOLFO HINOSTROZA

  

Poema Aria Verde (i)

  

Así avanzamos a bayona bajo el domo de luz
el cayado era agua y el sol líquido
tres golpes de violoncello y en la laguna el cisne grazna
un último gemido y un nuevo nacimiento
ojos de amor líquidos & alguien cantó bajo las leves aguas:
Be not afeard. The Isle is full of noises.
Sounds, and sweet airs, that give delight and hurt not
Yah, la misma fuerza
que lleva hacia su centro un corazón de palo y el mío
propio
Then I see
otros bosques, la prehistoria del carbón y la greda
bestias móviles / la hormiga y la azucena /
otra Ley más verde y numerosa
entretejida con la ley animal ocupando el planeta
& ese relámpago verde y amarillo: A
simple fórmula de vida que subyace
A
no evidente a los ojos oculta en la evidencia
A igualada a misterio a sagesse
indica a sí misma
presenciando la barbarie y la muerte entre los hombres.

 

BLANCA VARELA


 

Así Debe Ser

 

Así debe ser el rostro de dios
el cielo rabiosamente cruzado
por nubes grises, violetas
y naranjas
y su voz
el mar de abajo
diciendo siempre lo mismo
tan monótono
tan monótono
como el primer
y el último día

 

GIOVANNA POLLAROLO



Delirios (uno)

 

Quiero celebrar contigo estos años
y no sé qué hacer para atraerte
he tendido mis redes
pero caminas cerca de mí como en un campo minado.
Igual que Ulises
te has puesto cera en los oídos
y no escuchas mi voz que te llama
mi oferente canto que invita al banquete:
tengo alegrías guardadas
y ganas de amar con buen amor
mi cuerpo es aún hermoso
no debes tener miedo
sé quién eres
sé cómo eres.
Quiero celebrar contigo.

 

LEOPOLDO CHARIARSE


 
Los juegos y los sueños

 

Sueño que juego pero estoy jugando
a soñar y a que sueño que jugaba
juego a que sueño pero estoy soñando
jugar y era contigo que soñaba.


Y una loca alegría me embriagaba
de vivir y soñarte despertando
y saber que eras tú con quien jugaba
juegos de amor que urdí por tí soñando.

Oh realidad que fuiste poesía
oh sueño o juego imagen de la duda
oh poesía realidad de un día

en ti se muestra la verdad desnuda
jugando en la soñada alegoría
y la evidencia de la frase muda.