sábado, 31 de enero de 2015

GARCILASO DE LA VEGA



Soneto VIII

  

De aquella vista buena y excelente
salen espíritus vivos y encendidos,
y siendo por mis ojos recibidos,
me pasan hasta donde el mal se siente.

Entránse en el camino fácilmente,
con los míos, de tal calor movidos,
salen fuera de mí como perdidos,
llamados de aquel bien que está presente.

Ausente, en la memoria la imagino;
mis espirtus, pensando que la vían,
se mueven y se encienden sin medida;

mas no hallando fácil el camino,
que los suyos entrando derretían,
revientan por salir do no hay salida.

 

PABLO NERUDA


 
Soneto XXV
 


Antes de amarte, amor, nada era mío:
vacilé por las calles y las cosas:
nada contaba ni tenía nombre:
el mundo era del aire que esperaba.

Yo conocí salones cenicientos,
túneles habitados por la luna,
hangares crueles que se despedían,
preguntas que insistían en la arena.

Todo estaba vacío, muerto y mudo,
caído, abandonado y decaído,
todo era inalienablemente ajeno,

todo era de los otros y de nadie,
hasta que tu belleza y tu pobreza
llenaron el otoño de regalos.


 

 

SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ


 

- VI -

Escoge antes el morir que exponerse a los ultrajes de la vejez
 
 

   Miró Celia una rosa que en el prado
ostentaba feliz la pompa vana
y con afeites de carmín y grana
bañaba alegre el rostro delicado;

   y dijo: -Goza, sin temor del Hado
el curso breve de tu edad lozana,
pues no podrá la muerte de mañana
quitarte lo que hubieres hoy gozado;

   y aunque llega la muerte presurosa
y tu fragante vida se te aleja,
no sientas el morir tan bella y moza:

   mira que la experiencia te aconseja
que es fortuna morirte siendo hermosa
y no ver el ultraje de ser vieja.

 

 

RUBÉN DARÍO

 

Autumnal
 
Al Marqués de Bradomin

 

Marqués (como el Divino lo eres), te saludo.
Es el Otoño, y vengo de un Versalles doliente.
Había mucho frío y erraba vulgar gente.
El chorro de agua de Verlaine estaba mudo.

Me quedé pensativo ante un mármol desnudo,
cuando vi una paloma que pasó de repente,
y por caso de cerebración inconsciente
pensé en ti. Toda exégesis en este caso eludo.

Versalles otoñal; una paloma; un lindo
mármol; un vulgo errante, municipal y espeso;
anteriores lecturas de tus sutiles prosas;

la reciente impresión de tus triunfos... Prescindo
de más detalles para explicarte por eso
cómo, autumnal, te envió este ramo de rosas.

 

 

ROSARIO CASTELLANOS




Soneto del emigrado

 
 
Cataluña hilandera y labradora,
viñedo y olivar, almendra pura,
Patria: rememorada arquitectura,
ciudad junto a la mar historiadora.

Ola de la pasión descubridora,
ola de la sirena y la aventura
-Mediterráneo- hirió tu singladura
la nave del destierro con su prora.

Emigrado, la ceiba de los mayas
te dio su sombra grande y generosa
cuando buscaste arrimo ante sus playas.

Y al llegar a la Mesa del Consejo
nos diste el sabor noble de tu prosa
de sal latina y óleo y vino añejo.





PEDRO CALDERÓN DE LA BARCA


 

Del pecador herido

 
 

Si esta sangre, por Dios, hacer pudiera   
que la herida a los ojos la pasara,  
antes que la vertiera la llorara,  
fuera elección y no violencia fuera.   

Ni el interés del Cielo me moviera,  
ni del Infierno el daño me obligara;  
sólo por ser quien es la derramara  
cuando ni premio ni castigo hubiera.   

Y si aquí Infierno y Cielo mi agonía   
abiertos viera, cuya pena o cuya   
gloria estuviera en mí, si prevenía   

ser voluntad de Dios que me destruya,  
el infierno me fuera por la mía  
y no entrara en el Cielo sin la suya.