viernes, 21 de agosto de 2015

MARIO BENEDETTI




59



cuando mis ojos
si cierran y se abren
todo ha cambiado


JOSÉ MARÍA EGUREN








En la casa de las bagatelas,
Vi un mágico verde de rostro cenceño,
Y las cincidelas
Vistosas le cubren la barba de sueño.
Dos infantes oblongos deliran
Y al cielo levantan sus rápidas manos,
Y dos rubias gigantes suspiran,
Y el coro preludian cretinos ancianos.
Que es la hora de la maravilla;
La música rompe de canes y leones
Y bajo chinesca pantalla amarilla
Se tuercen guineos con sus acordeones.
Y al compás de los címbalos suaves,
Del hijo del Rino comienzan las bodas;
Con sus basquiñas enormes y graves
Preséntase mustias las primeras beodas.
Y margraves de añeja Germania,
Y el rútilo extraño de blonda melena,
Y llega con flores azules de insania
La bárbara y dulce princesa de Viena.
Y al dulzor de las virgíneas camelias
Van pos del cortejo la banda macrobia,
Y rígidas, fuertes, las tías Amelias;
Y luego cojeando, cojeando la novia.


CESAR VALLEJO



  

Nómina de huesos




Se pedía a grandes voces:
-Que muestre las dos manos a la vez.
  Y esto no fue posible.
-Que, mientras llora, le tomen la medida de sus pasos.
  Y esto no fue posible.
-Que piense un pensamiento idéntico, en el tiempo en que un cero
  permanece inútil.
  Y esto no fue posible.
-Que haga una locura.
  Y esto no fue posible.
-Que entre él y otro hombre semejante a él, se interponga una
  muchedumbre de hombres como él.
  Y esto no fue posible.
-Que le comparen consigo mismo.
  Y esto no fue posible.
-Que le llamen, en fin, por su nombre.
  Y esto no fue posible.


FERNANDO PESSOA



  

No tengas nada en las manos...    (*)




No tengas nada en las manos
ni una memoria en el alma,

que cuando un día en tus manos
pongan el óbolo último,

cuando las manos te abran
nada se te caiga de ellas.

¿Qué trono te quieren dar
que Atropos no te lo quite?

¿Qué laurel que no se mustie
en lo arbitrios de Minos?

¿Qué horas que no te conviertan
en la estatura de sombra

que serás cuando de noche,
estés al fin del camino?

Coge las flores, mas déjalas
caer, apenas miradas.

Al sol siéntate. Y abdica
para ser rey de ti mismo.


(*) Ricardo Reis
Versión de Ángel Crespo



IDEA VILARIÑO


  

El amor




Un pájaro me canta
y yo le canto
me gorgojea al oído
y le gorgojeo
me hiere y yo le sangro
me destroza
lo quiebro
me deshace
lo rompo
me ayuda lo
levanto
lleno todo de paz
todo de guerra
todo de odio de amor
y desatado
gime su voz y gimo
ríe y río
y me mira y lo miro
me dice y yo le digo
y me ama y lo amo
- no se trata de amor
damos la vida-
y me pide y le pido
y me vence y lo venzo
y me acaba y lo acabo.


LEOPOLDO PANERO

  


Hijo mío



Desde mi vieja orilla, desde la fe que siento,
hacia la luz primera que toma el alma pura,
voy contigo, hijo mío, por el camino lento
de este amor que me crece como mansa locura.

Voy contigo, hijo mío, frenesí soñoliento
de mi carne, palabra de mi callada hondura,
música que alguien pulsa no sé dónde, en el viento,
no sé dónde, hijo mío, desde mi orilla oscura.

Voy, me llevas, se torna crédula mi mirada,
me empujas levemente (ya casi siento el frío);
me invitas a la sombra que se hunde a mi pisada,

me arrastras de la mano... Y en tu ignorancia fío,
y a tu amor me abandono sin que me queda nada,
terriblemente solo, no sé dónde, hijo mío.