"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
miércoles, 20 de abril de 2016
FEDERICO GARCÍA LORCA
Canción
menor
Tienen
gotas de rocío
las
alas del ruiseñor,
gotas
claras de la luna
cuajadas
por su ilusión.
Tiene
el mármol de la fuente
el
beso del surtidor,
sueño
de estrellas humildes.
Las
niñas de los jardines
me
dicen todas adiós
cuando
paso. Las campanas
también
me dicen adiós.
Y los
árboles se besan
en el
crepúsculo. Yo
voy
llorando por la calle,
grotesco
y sin solución,
con
tristeza de Cyrano
y de
Quijote, redentor
de
imposibles infinitos
con
el ritmo del reloj.
Y veo
secarse los lirios
al
contacto de mi voz
manchada
de luz sangrienta,
y en
mi lírica canción
llevo
galas de payaso
empolvado.
El amor
bello
y lindo se ha escondido
bajo
una araña. El sol
como
otra araña me oculta
con
sus patas de oro. No
conseguiré
mi ventura,
pues
soy como el mismo Amor,
cuyas
flechas son de llanto,
y el
carcaj el corazón.
Daré
todo a los demás
y
lloraré mi pasión
como
niño abandonado
en
cuento que se borró.
Diciembre de 1918. (Granada.)
RUBÉN DARÍO
II
Amada,
la noche llega;
las
ramas que se columpian
hablan
de las hojas secas
y de
las flores difuntas.
Abre
tus labios de ninfa,
dime
en tu lengua de musa:
.recuerdas
la dulce historia
de
las pasadas venturas?
;Yo
la recuerdo! La niña
de la
cabellera bruna
está
en la cita temblando
llena
de amor y de angustia.
Los
efluvios otoñales
van
en el aura nocturna,
que
hace estremecerse el nido
en
que una tórtola arrulla.
Entre
las ansias ardientes
y las
caricias profundas,
ha
sentido el galán celos
que
el corazón le torturan.
Ella
llora, él la maldice,
pero
las bocas se juntan. . .
En
tanto los aires vuelan
y los
aromas ondulan;
se
inclinan las ramas trémulas
y
parece que murmuran
algo
de las hojas secas
y de
las flores difuntas.
De: Rimas (1887)
CONCHA LAGOS
Otra
vez a soñar desde el oscuro...
Otra
vez a soñar desde el oscuro
imposible por qué, mano tendida,
intentando apresar amor y vida,
fijarle a lo inseguro lo seguro.
Otras veces cabalgando hacia tu muro,
soledad que me tiras de la brida,
seguidora incansable de mi huida,
vencedora en la lucha en que perduro.
Otra vez a mirar arena y cielo
en tu playa sin fin siempre desnuda,
bebiéndome el silencio que te nombra.
Otra vez como ayer perdido el vuelo
por el salto hacia atrás de miedo y duda,
seguida y seguidora de tu sombra.
imposible por qué, mano tendida,
intentando apresar amor y vida,
fijarle a lo inseguro lo seguro.
Otras veces cabalgando hacia tu muro,
soledad que me tiras de la brida,
seguidora incansable de mi huida,
vencedora en la lucha en que perduro.
Otra vez a mirar arena y cielo
en tu playa sin fin siempre desnuda,
bebiéndome el silencio que te nombra.
Otra vez como ayer perdido el vuelo
por el salto hacia atrás de miedo y duda,
seguida y seguidora de tu sombra.
UMBERTO SENEGAL
Iremos…
por cementerios, recordando a los muertos
aquellos momentos de sus vidas
que por no beberse el rocío ni la lluvia,
perdieron su existencia gota a gota.
“He sido derramado como aguas
y todos mis huesos se descoyuntaron;
mi corazón fue como cera derritiéndose
en medio de mis entrañas”.
CONSTANTINO KAVAFIS
Jura
Jura
una y otra vez que rehará su vida.
Mas al llegar la noche y sus consejos,
sus compromisos, sus ofrecimientos,
mas al llegar la noche con su propio poder,
el del cuerpo que quiere y pide, al mismo
fatal placer, perdido, se dirige de nuevo.
Mas al llegar la noche y sus consejos,
sus compromisos, sus ofrecimientos,
mas al llegar la noche con su propio poder,
el del cuerpo que quiere y pide, al mismo
fatal placer, perdido, se dirige de nuevo.
Versión de José Ángel Valente
LUIS SEVILLA
Poema
XII
“Estoy
sola, a pesar de todo, del otoño, del frío de la mañana, de las hojas que se
caen,
de
las horas que son más cortas, del largo paseo hacia el trabajo donde me cruzo
con
todo
un mundo que despierta.
Nadie sabe quién soy.
Nadie repara en mí, y los árboles del camino se enroscan a la parada del autobús,
siempre
llevándonos en círculos hacia alguna parte.
A pesar de todo, estoy sola.
Sola en los museos, en los centros comerciales,
Cuando bebo cafés, o copas, o tú me besas en los soportales uno de esos días tontos en
los
que Madrid se decidió a llover.
Estoy sola cuando te cuento alguna de mis historias,
Y cuando estoy triste, o alegre, o tranquila,
o
quiero encender las luces de la ciudad una a una
O contarte algo que he descubierto
de
una de esas películas en blanco y negro que tanto me apasionan.
Y a pesar de todo, estoy sola.
Sola,
Tanto que te sorprendería ver que estoy desnuda
Mirándome en un espejo
Como si todas las óperas del mundo
Fueran mi mortaja”.
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