domingo, 23 de octubre de 2016


JULIETA MORENO




Ave migratoria



El sentimiento de escape afloró por dentro
vomitamos la fe en nuestros centros laborales
comenzó el período de urgente migración

aprendimos los viajes
el comportamiento de las nubes nos marcó el camino
vimos casas color hospital
poblaciones saqueadas

dejar nidos abiertos, pájaros llorando es la cruz
hijos repartidos por los árboles
nunca aprenderán a volar
no conocerán sus raíces

mamá dijo que las lágrimas se acaban
cuando no quedaban llantos nos tomamos de las manos
conmemorando a los que olvidaron la ruta

haber conocido el vuelo implicó abrir una herida ascendente
y con su nombre se inauguraron los naufragios
ya no hay carreteras habilitadas
somos autoexilio
destierro
segregación
somos migración

abrimos el pecho en el momento del traslado
para encontrarnos en la miseria misma
se quebraron las estaciones del año
las paradas de autobuses no tienen fecha de retorno

las crías esperan
mandamos algo de cariño epistolar
pero el dolor gana
el dolor siempre persiste
en un latido constante acompasando maquinaria pesada
en una fábrica cualquiera
en un país que no es el nuestro.



MARCELO DÍAZ




Lumbre



Lo que aprendimos es muy distinto
de lo que nos enseñaron.
Cada uno de nosotros a su modo
intraducible en una cuenta regresiva
como las flores de un árbol
en la mañana invernal.
Del otro lado del dormitorio
asoma el cristal de una cámara.
A mayor altitud como desde
un telescopio una ola
o una ráfaga de viento nos envuelve
en la premonición el deterioro
de los signos que dibujan
con señales confusas un ritmo nuevo.
Trato de pasar en limpio
las siguientes oraciones.
“No sé qué edad tendré
cuando esta voz se conecte al coro
o al cinturón familiar.”
Aunque no se entienda
tuve una cadena como un temblor dorado
y en una noche crucial
me quemé en su nombre.


LEO MERCADO



  
9



la palabra se empeña
en ser cuchillo
y uno la empuña
sin asco



SUSANA THÉNON


  

Círculo



Digo que ninguna palabra
detiene los puños del tiempo,
que ninguna canción
ahoga los estampidos de la pena,
que ningún silencio
abarca los gritos que se callan.
Digo que el mundo es un inmenso tembladeral
donde nos sumergimos lentamente,
que no nos conocemos ni nos amamos
como creen los que aún pueden remontar sueños.
Digo que los puentes se rompen
al más leve sonido,
que las puertas se cierran
al murmullo más débil,
que los ojos se apagan
cuando algo gime cerca.

Digo que el círculo se estrecha cada vez más
Y todo lo que existe
Cabrá en un punto.



ESTHER M. GARCÍA




20/45



Estoy enamorada de un hombre
un hombre al que le salen alas por la boca
un hombre que corre entre el fuego que me incendia
entre las piernas
Yo tendría 20
tú tendrías 45
Estoy enamorada de un hombre
y su nombre me llena de ceniza la boca
y hace que la sal
amarga
blanca
delirante
fluya de entre mis piernas
Yo tendría 20
tú tendrías 45
Estoy enamorada de un hombre
de su barba
de su estómago flácido
de sus lentes
de su tatuaje en la mano
de todas las palabras que escribe
pero que jamás
me ha mirado
Voy a encontrar un sitio en donde pueda ocultarlo
:
una bodega
un pan
un recuerdo
una caja sellada
o dentro de mi sexo
de donde jamás podrá salir
.


MARÍA NEGRONI



  
Arte Povera



el orfanato del mundo

ninguna chica alzada
en la mañana de sí misma

ni siquiera un compás
que hubiera podido indicar
el mío punto oscuro

alma querida
la esquiva más de besos
que me quisieran bailación

no puedo recordar lo que sabía
no sé la mínima pregunta

no encuentro en el dibujo
la flor que me sea