martes, 28 de febrero de 2017

CINDY JIMÉNEZ VERA



  
Audífonos



Cuando aquel niño de ocho años entró a la biblioteca a buscar libros de origami para revelar los secretos del adivino, supe que debía aprender a leer los labios. No dije nada. En su lugar, le ofrecí un libro para dibujar dragones y otros animales fantásticos. Aceptó. Aliviada, levanté el auricular del teléfono más cercano e hice una cita con el audiólogo. Tanta poesía de golpe puede ser letal para los oídos.


De: 400 nuevos soles



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