miércoles, 14 de junio de 2017

GUILLERMO FERNÁNDEZ




I



Que se abra pues esa ventana
Que el viento endurezca los vapores cercanos a esta
incipiente carnosidad
Pincha los significados flotantes que vienen bajando
la voz desde el cuarto vecino
Ahora abrirás violentamente mis párpados y me dejarás
en ellos dos heridas
En mi llanto estará el canto de las generaciones recobradas
y la memoria de la sangre recordando la luz
Esas manos auscultarán para mí un destino que nada tenga
qué ver con la vida
Y en esta situación ponme esa máscara tan funcional y
convincente
Algo sabré de mí cuando entrecierre los ojos
Dispongo de poco tiempo para hacer muchas preguntas


De: La hora y el sitio



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