jueves, 8 de junio de 2017

MARCELO DANIEL FERRER




Emigrantes de otras vidas



Una furibunda tormenta nos tendió
Su mano suave en el caer gris de la tarde...
Nos buscamos con la mirada
Amparados bajo un paraguas
Que quiso Dios
Me acompañara siendo que jamás lo usaba.

Energía que fue prosa directa al alma
Lo que me devolvió su mirada
Y la mía
Que no supo decirle nada,
Que desde hace tanto la buscaba
Quedó incrédula y desde ese momento acompañada.

Luz divina que cauteriza las heridas
Que el andar por la vida causa.
Eres tú una presencia tan sutil y santa
Como lo era de niño mi ángel de la guarda.

Y fueron días con glorias
Y temblores violentos los que siguieron
Y fuiste mía en otro encuentro
Y me entregue dócil a ti
Como en este cuento que te cuento.

Paranoias del alma...
Hasta hace un tiempo era yo un reducto de impurezas urbanas
Y ahora tu amor santifica mis andanzas.

¿Estaría escrito que alguna vez te encontrara?
Qué tonterías pienso
No hay escrito en ningún lugar nada.
Somos emigrantes de otras vidas,
Un vendaval de lluvia con viento nos junta en ciclos eternos
Desde que el tiempo es tiempo
Y el amor
Se recrea en nosotros como en un cuento.


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