Tiempo real
Todo lo que sucede
sucede entre
nosotros.
Daniel Calabrese
Sí,
es buena idea.
Podemos
caminar un poco más.
Al
azar o mejor hasta llegar a esos álamos
por
la costanera.
¿Notaste
que siempre,
siempre
hay un río a mano
y un
lugar donde sentarse
en
las ciudades a las que volvemos?
Sí,
es verdad, también está el mar.
Pero
el mar es otra cosa. Es el espacio.
Algo
que nos permite respirar.
Y ya
que hablamos de ríos
pienso
que…
no se
trata de valorar el tiempo
como
si fuera oro o belleza.
Como
si fuera líquido
y se
escurriera entre los dedos,
como
se suele decir.
Este
tiempo nuestro es cierto
y cae
despacio, ves, como de una gotera.
Paso
a paso, como ahora.
Es
cosa de ver qué lejos están todavía
aquellos
árboles. Por eso
hablemos
de nosotros,
pongámonos
cómodos, de acuerdo.
Sé
que hay tanto trabajo pendiente:
limpiar
la casa, comprar vino y comida.
Ordenar
los cuadernos, conectarnos.
Seguir
buscando y encontrando
—si
es que hay y si tenemos suerte—.
Ordenar
los archivos, también, sí.
Aprovechar
para pagar la luz.
Y
sacar los libros de las cajas
(que
si hacemos memoria,
llevan
ahí como mil años).
Nadie
lo hará por nosotros, ya lo sé.
Pero
nos apuremos o no, todo
seguirá
igual cuando lleguemos.
Todo
calzará perfectamente
con
el correr de la anticipación.
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