"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
martes, 30 de noviembre de 2021
MARTÍN RODRÍGUEZ-GAONA
Brot und wein¹
Dame
la paz para perdonar
a la belleza
que nada perdona. A la inconmovible
satisfacción
de sus apetitos
ella dedica la noche: dedícale tú
el olvido
que todo nivela.
Donde
sea que habite
la luz
deja que esté hoy
entre nosotros.
No
somos hermosos
y lo agradecemos
porque has hecho nuestra
la canción.
1.- Brot und wein: Pan y vino
RENATO SANDOVAL
Ser palabra
Entonces,
en la palabra no tengo edad,
no tengo más ni tengo menos,
ni piel ni hueso abierto,
no pliegues ni arrugas,
no altura ni pequeñez,
no profundidad ni superficie,
nada de vastedad ni angostura,
menos herida ni meollo
que resientan al firmamento.
Sólo soy un atisbo, un resuello,
un respiro, apenas un asomo
sobre lo que nunca será dicho
ni tampoco pensado.
La
música me oye, me arruga,
me deshoja, sólo crujidos
y un temblor enjuto rezuman de mis dientes.
Esa flauta mutilada, la sirena
de las horas anunciando
lo que no saben o ya no entienden,
termitas al vapor y la nota aupada
en la ventana. Una palabra, todas
las palabras, alguna,
ninguna, nada de mí
oye la música
cuando aún respiro.
JUAN MELÉNDEZ VALDÉS
Viendo el Amor un día
Viendo
el Amor un día
que mil lindas zagalas
huían de él medrosas
por mirarle con armas,
dicen que de picado
les juró la venganza
y una burla les hizo,
como suya, extremada.
Tornose
en mariposa,
los bracitos en alas
y los pies ternezuelos
en patitas doradas.
¡Oh!
¡qué bien que parece!
¡Oh! ¡qué suelto que vaga,
y ante el sol hace alarde
de su púrpura y nácar!
Ya
en el valle se pierde,
ya en una flor se para,
ya otra besa festivo,
y otra ronda y halaga.
Las
zagalas, al verle,
por sus vuelos y gracia
mariposa le juzgan
y en seguirle no tardan.
Una
a cogerle llega,
y él la burla y se escapa;
otra en pos va corriendo,
y otra simple le llama,
despertando
el bullicio
de tan loca algazara
en sus pechos incautos
la ternura más grata.
Ya
que juntas las mira,
dando alegres risadas
súbito amor se muestra
y a todas las abrasa.
Mas
las alas ligeras
en los hombros por gala
se guardó el fementido,
y así a todas alcanza.
También
de mariposa
le quedó la inconstancia:
llega, hiere, y de un pecho
a herir otro se pasa.
ADOLFO GARCÍA ORTEGA
No
La
boca que dice “no” es hermosa
y
terriblemente desgraciada.
La
boca que dice “no” es exacta
e
intrínsecamente feliz.
La
boca que dice “no” es cortante
y no
tiene límites.
La
boca que dice “no” es comienzo
y
final a simple vista.
La
boca que dice “no” es rugosa,
áspera,
pero también preludio.
La
boca que dice “no” es mujer
y
tiene palabras propias.
De: “Kapital”
LILIANA DÍAZ MINDURRY
Ningún toro
Si
rompen la puerta es que nadie hay detrás,
si rompen el techo tampoco,
ni las ventanas
o el cielo.
Nadie,
nadie.
Los toros han salido a pastar a la calle
tranquilamente.
Algunos huyen.
(No
se sabe qué hay detrás de la materia
después de tanta gente dormida)
De
los ojos se baja la tristeza
y se guarda en el cuerpo.
ya
salidos
del mundo.
De: “Guernica”
JUAN RAMÓN MOLINA
Anhelo nocturno
La
lluvia su monótona charla dice afuera.
La puerta de mi cuarto por fin está cerrada.
Quizás en esta noche no grite mi quimera
y goce del olvido profundo de la almohada.
¡Hace
ya tanto tiempo que en reposar me empeño,
como si me turbara la fiebre del delito,
que mis ojos enclavo —de los que huyera el sueño—
en la siniestra esfinge del lúgubre infinito!
Mas
hoy todos los seres me han parecido buenos,
el cielo azul brindome su calma vespertina,
y —libre de pecados y libre de venenos—
purifiqué mi cuerpo en agua cristalina.
Quiero
la paz aquella de la primer mañana
cuando, en el seno de Eva, tranquilo e inocente,
Adán durmió, al arrullo de amor de la fontana,
ajeno a las promesas de la sutil serpiente.
Un
nirvana sin término, letárgico y profundo,
en el que olvide todas mis dichas y mis males,
la secreta congoja de haber venido al mundo
a resolver enigmas y problemas fatales.
Ser
del todo insensible como la dura piedra,
y no tallado en una doliente carne viva
de nervios y de músculos. O ser como la hiedra
que extiende sus tentáculos de manera instintiva.
No
como el pobre bruto del llano y de la cumbre
sujeto a la ley ciega de inexorable sino,
que en sus miradas tiene la enorme pesadumbre
de todo aquel que encuentra muy bajo su destino.
Así
gozar quisiera de imperturbable sueño
cuando la noche baja de los cielos lejanos.
Estrellas: derramadme vuestro letal beleño.
Arcángeles: mecedme con vuestras leves manos.
Para
que mi mañana florezca como rosa
de mayo, exuberante de vida y de fragancia,
y la tierra contemple, jocunda y luminosa,
con los tranquilos ojos con que la ví en la infancia.
lunes, 29 de noviembre de 2021
DIEGO VALVERDE VILLENA
Metro de Chicago
A lo
largo del viaje
la mujer de tu vida se te escapa repetidas veces,
siempre en el lado opuesto de la vía,
en el otro andén,
en la otra cola,
saliendo del museo o del restaurante cuando tú entras:
un segundo de vacilación es suficiente.
MANUEL RUIZ AMEZCUA
Ítaca
Los
cantos de las sirenas
son el canto del misterio
del universo, que hace imposible
la huida de tu pasado.
Impulsados
por la oscuridad
son una fuerza terrible.
Son
el viaje al inframundo
y la historia del regreso
a un presente desterrado.
Es
la antigua presencia,
que regresa de nuevo,
y a la que ya no puedes dominar.
Es
una eternidad mirando a otra
la que tiene su centro
en los caminos de lo universal,
y a la que no podremos dominar.
Por
ella circula la vida.
Sin miedo, y con deseo,
te ofrecerá el camino.
Míralo
de nuevo, y echa a andar.
De: “Las reliquias de un sueño”
GUSTAVO VALCÁRCEL
Confin del tiempo y de la rosa
Aquella
flor del púdico rosal
es la rosa de savia estremecida
cabellera en celaje adormecida
parla y parla en facundia vesperal
Rosa
infiel es la rosa matinal
suavidad a sus pétalo ceñida;
pecado de su imagen poseída
por labio de rocío o luz cristal
Es
meta del rosado navegante
digo ocaso en color melancolía
flor tallada por lluvia rutilante
En
la noche, sostén de celestía,
esposo de la rosa, el sol diamante
trabaja en luz de rosa el nuevo día.
CONCEPCIÓN DE ESTEVARENA
Hojas perdidas
Conservo
el tallo verde entre mis manos
y ya esparcí las hojas de la flor;
Las he visto alejarse, cual se aleja
la primera ilusión.
Eran hojas de rosas, que aún guardaban
el perfume la forma y el color,
y, aun siendo así, volaron con el viento,
y nadie las miró.
He visto en esas hojas el destino
de seres sin hogar y sin amor,
que saben de la noche y nada saben
de los rayos del sol.
Arrancados del tallo en que nacieran
y arrojados al viento del dolor,
nadie se para a ver en si esos seres
existe un corazón.
JUAN ANTONIO GONZÁLEZ IGLESIAS
Primera noche del verano
Para José Mateos
Primera
noche del verano. Lleno
un vaso de cristal que bien podría
estar en el museo de arte romano
por rudo, irregular, sólido y bello,
de agua fría. Lo bebo como otros
beben costoso vino, paladar
adentro va dejando por el cuerpo
el rastro vivo de su transparencia
y su frescura. Es uno de los nombres
de Dios y así lo siento. Estoy muy lejos
de muchas cosas ya, cerca de todo.
CÉSAR TORO MONTALVO
Nena
Hermanita
te pido que cubras mi rostro
con tus panes que has derramado llamándome
porque te acercas cuando te cuento mi paz
cuando sabes que boto la basura
con mis manos que nunca las lavaré.
Por eso
a la arena hay que saberla moler muy a menudo
así como si la inocencia
fuera la paloma de la familia.
domingo, 28 de noviembre de 2021
RICARDO LABRA
(primera
epifanía de la luz)
En
la desabrida nieve
un rosal en flor.
No
es un oasis,
es un desafío.
De: “Versiloquios”
CARLOS MARZAL
Rojo
Sobre
el lienzo de lino inmaculado
que tensa el bastidor de la mañana
se trazó el primer día
la pincelada roja.
Como si de repente la oblea de este mundo
comenzara a sangrar.
Como si alguien clavase
un alfiler en medio del pan ácimo
y de su corazón escapara una gota
de rojo inconcebible.
Rojo ciego.
.
Escrito en sangre está, todo está escrito
con nuestra propia sangre derramada.
Esta sabiduría, esta belleza,
este edificio en pie del pensamiento,
esta aventura insomne
de ser sin que sepamos por qué somos,
están flotando sobre un mar de sangre.
.
Con la degollación de la inocencia
alguien trazó en el lienzo
la pincelada roja.
Manchado en sangre está, todo lo inunda
un rojo enajenado.
Un rojo ciego.
ENRIQUE WINTER
Polaca
De
un pasado dudosamente noble
como
todo pasado noble. Modzelewska por padre,
Wyrzykowska
por madre. Es huérfana y de quince años,
mil
novecientos treinta y nueve:
pide
pega en la industria intervenida.
El
patrón frisa los cuarenta, arrancan
juntos
a Viena por los rusos. Por los celos de Müller cae presa,
acusada
a los nazis para casarlo con su hermana.
Son
más de tres los meses. La liberan los gringos, camina días a Salzburgo
y en
la plaza tras una alarma ve correr a su jefe. ―¡Papa!, chilla.
Se
casan a escondidas para que nunca la bese en la boca.
Doméstica
de su cuñado, duerme en la pieza de servicio
tal
como en Chile. Donde trajo a Goethe
y un
par de pilchas, para hacer del barquito de pesca
uno
con capitán y marineros.
Un
hijo. Viuda. Gatos. Perros. Pájaros
que
huelen como ella o viceversa.
No
está ni ahí con ver a sus nietos, le reclama mi padre.
Toco
el timbre y no suena, grito y no responde,
seis
perros gordos y furiosos ladran sobre la reja.
BASILIO SÁNCHEZ
XXXIII
Nuestro
tiempo ha secado
sus semillas
y nosotros, ahora,
nos vemos caminando sobre ellas
como si fuesen cáscaras
o guijarros de río.
Humilde
en nuestras casas
reverbera en lo oscuro,
como el barniz saltado de los muebles,
en las habitaciones de los muertos,
lo que ya no esperamos,
pero no hemos dejado de anhelar.
Danzan
sobre nosotros
las estrellas
en la noche callada
de nuestro desamparo y nuestra dicha.
Aún
tenemos la vida de los árboles.
Y la de los desiertos.
De: “Esperando las noticias del agua”
SALVADOR NÉLIDA
Evidencia
Cuando
estábamos
aprendiendo a construirnos,
a deletrear
la luz y el pájaro,
nos llegó la evidencia
de que todo se termina.
Éramos
limpios aún, ingenuos
para creer en ese signo
que desde la palma
de la mano
nos augura la muerte.
Y tuvimos
que aceptarla,
sin embargo,
reconocer su abismo hasta en lo que parecía
tan vivo y cercano.
Sólo engañosas señales
fueron la sed, el amor,
la juventud quemándose.
Y qué es esto, ahora,
como una edad repleta
que desparrama de pronto
su granada infernal.
De: “Canto de extramuros”
ABDULLA PASHEW
Un partido
Las
agencias de noticias han anunciado
un partido de fútbol.
Los equipos: el Kremlin y la Casa Blanca
El balón: el cráneo de un kurdo
La meta: Kurdistán
Los espectadores:
el mundo,
silencioso como una tumba
Moscú, 11/03/1974
Versión de Mohsen Emadi y Arturo Loera
sábado, 27 de noviembre de 2021
FRÉDÉRIC FORTE
por
supuesto tienes dudas sobre la
naturaleza de las/el seguimiento que dar
a las cosas tomadas en esta cadena
de causa a efecto-visto desde el cielo
pero desde un sillón en la sala
volvería a lo mismo-y luego el aire
la luz se sabe bien cómo se hace
en el fondo/los días se parecen
siempre se toma uno por otro
Versión de Audomaro Hidalgo
EMMA POSADA
Caracol
Caracol.
Cartucho donde el mar ha guardado sus cantos. Receptor de armonías. Pergamino a
medio enrollar, en el que están escritos los arabescos de las olas. De
trampolín en trampolín de espumas ha llegado a mis pies.
Mi
corazón, caracol que se quedó dormido en las playas de mi cuerpo; hoy ha
soltado sus enigmas; ha cantado como el mar.
El
caracol que estaba a mis pies se fue en un tumulto de olas…
Corazón,
¿qué olas te llevarán?
MANUEL ANTÓNIO PINA
El camino a casa
Lo
que se perdió
quedó eternamente
sobre el corazón como la sombra de otra persona.
¿Nunca sentiste la muerte
en
el corazón como una gran sombra
que el Trabajo, la Empresa, disipaban?
Lo que está por debajo de ti, oh Familia
oh estúpida Paz, oh Razón, oh Cólera,
despierta
esta vez con más sombras,
los perdidos sueños palpitan,
el ojo de la oscuridad mira
lo que temo decir.
Ya
que los
ojos se cerrarán
me quedo despierto toda la noche
delante de una cosa inmensa.
Los
amigos partieron.
Todos nos fuimos.
¿Quién y en dónde se quedó
el que ahora está hablando de esto?
Versión de Mijail Lamas
ENRIQUE WINTER
Maestranza
Bajo
la superficie de los mares
hay
espacios en blanco.
Las
crestas de las olas alcanzan caracteres
que
sólo imprimen en mareas altas.
Estas
dos hojas diarias se suman a otros mundos
y
nuestra Vía Láctea lee.
Los
juzga a todos malos, los arruga y los lanza.
Los
agujeros negros: pura tinta perdida.
JOAQUIN SABINA
Alrededor no hay nada
El
moño, las pestañas, las pupilas,
el
peroné, la tibia, las narices,
la
frente, los tobillos, las axilas,
el
menisco, la aorta, las varices.
La
garganta, los párpados, las cejas,
las
plantas de los pies, la comisura,
los
cabellos, el coxis, las orejas,
los
nervios, la matriz, la dentadura.
Las
encías, las nalgas, los tendones,
la
rabadilla, el vientre, las costillas,
los
húmeros, el pubis, los talones.
La
clavícula, el cráneo, la papada,
el
clítoris, el alma, las cosquillas,
esa
es mi patria, alrededor no hay nada
ROSSANA HASSON ARELLANO
¿No llueve verdad?
No
tengo derecho a llorar
y
como pájaro sin tiempo
escondo
un salmo entre las alas.
Lluvia,
dime,
¿A
que sabe el cielo?
Mis
alas se mojan y no subirán.
El
silencio cae,
algo
de vida aún late
mientras
bebo mi copa de soledad.
¿No
llueve, verdad?
Le
pregunto al viento
si
acaso las primicias del aire,
ayudan
a sobrevolar el dolor.
Lluvia,
dime,
¿Cantarás
para mí como en mi infancia?
Ven,
cíñete a mi piel y llévame contigo.
Llueve,
llueve en mi solitario silencio.
viernes, 26 de noviembre de 2021
EDUARDO LLANOS MELUSSA
A un crítico que se da aires de censor
¿Quieres
saber qué pasa con tus crónicas
cuando usas de abanicos nuestros libros?
Doblamos bien el diario del domingo
y después… lo usamos de matamoscas.
PABLO ROMAY
Tu perfume
Tu
perfume se metió en mi nariz
jugando,
como
fantasma flotando
ondulante
personaje de caricatura
dando
vueltas sobre mí,
cosquilleándome
las orejas
me
toma por sorpresa
se
ríe de mí
de
la expresión en mi cara
atónita,
extasiada
llena
de amor por esas partículas que no son tuyas,
¿o
sí?
vienen
de ti, de tu piel, o tu espíritu
o de
esa botella que compraste por 60 dólares.
SAM PINK
Poema de amor
Estoy
tomando un licuado
y viendo caer la nieve
sentado en mi camioneta
con el motor apagado en un estacionamiento vacío.
Y lo único
que podría mejorar este momento
sería que vos estuvieras
aún más lejos.
Envejeciendo con cada segundo
el frío es una luz negra
para las heridas del pasado.
Más y más lejos
nuevos como extraños
lo que siempre fuimos.
Versión de Mat Guillan
FRANCISCO RUIZ UDIEL
Donde vivo soy un extranjero
A Óscar Núñez
Argumedo
Donde
vivo soy un extranjero
con el hábito de saludar
a las prostitutas en los pasillos,
de escuchar sus viejas historias
cuando me dicen estar casadas
con uno de los huéspedes
¡Como si yo no fuese un huésped!
Donde
vivo se tiene la fama
de hacinar drogadictos funcionales,
homosexuales, madres solteras,
mujeres sonámbulas que caminan
desnudas por las escaleras,
hombres que salen a quitarse
la culpa con las primeras
manifestaciones del invierno,
porque el agua fría de la lluvia
produce calambres y punzadas
en la angustia donde está la frágil carne.
Donde
vivo también existen
vírgenes de dudosa reputación,
lesbianas y hasta borrachos
de baja categoría que evaden
siempre la cordura, porque el acto
de saberse leves en el fondo
de una botella les resuelve más que el sudor,
las lágrimas y la orina que aún
no llenan el hueco de ningún corazón vacío.
Donde
vivo he notado que
cada habitación bien podría
ser un centro de masajes
para el desamparo de todos los hombres.
Tanto
se dice de este lugar
que a veces es mejor
aprobar las verdades,
por mi parte, yo prefiero ocuparme
de la chica del cuarto piso
que se intenta suicidar
frente a mi puerta,
de las botellas rotas en la madrugada
a manos de terroristas
que vigilan el negocio
de las operadoras sexuales
o bien, forzar el sueño ante el ruido
de los cuartos, principalmente
por los gemidos de la muchacha que llega
a tocar la puerta del vecino
a las cuatro de la madrugada,
pues la cocaína no le deja cerrar los ojos
y se levantó por un vaso de agua
y el grifo de la cocina se descompuso
y entonces mi vecino, altruista, le atiende su sed.
Donde
vivo soy un extranjero
porque nadie sabe que existo
y uno de estos días puedo amanecer
desplomado en el baño,
muerto de saberme indigno
en este miserable cuerpo encerrado.
Donde
vivo, el sol se rehúsa a entrar
por la ventanas y los amantes
dejan a sus mujeres en pleno abandono
con el vientre en proceso de extensión,
los huéspedes bajan de sus madrigueras
a una hora específica para sentarse
en las gradas principales
y así escuchar historias de amor
a través de una guitarra parapléjica
que todavía suena con tres cuerdas.
Donde
vivo tengo la manía
de levantarme por la noche
cuando todo está en calma
para ver a los perros echados
a orilla de las puertas,
para ver cómo se retuercen
frente a otro animal que muere.
Hasta dan ganas de pedirles nos regalen
las caricias que han recibido de sus dueños.
Donde
vivo soy extranjero
con la manía de vendarme los ojos
y sentirme un pronombre indefinido
en un lugar donde a diario me alimento
con pequeñas víctimas de sueños.
Donde
vivo soy un extranjero
pero soy también un emigrante
que sale bajo esta piel
no para buscar poblaciones
sino para encontrar momentos poblados
frente a una noche cualquiera.
De: “Alguien me ve llorar en un sueño”