viernes, 11 de julio de 2025


 

CARLOS CATENA CÓZAR

 


 

mi vocación es la espera
quiero esperar ocho horas al día
a que en silencio regrese a casa
quiero esperar aviones trenes autobuses
y decir en un coche compartido
vivo de esperar su regreso
mi titulación es lo mal que pronuncia mi nombre
mi salario son sus manos después de tanto tiempo
aún ásperas y rugosas y muy frías
digo: cruzaría a pie un continente
si el final fuera el principio de su cuerpo
digo: no hay esfuerzo que no merezca
la vergüenza de besarme en público
espero impaciente la noche en que reconozca que me quiere
espero impaciente a que un funcionario me dé su apellido
espero impaciente la mañana de invierno en que muramos juntos

o el día en que por fin elogie mi paciencia: este talento
de mantener siempre los brazos extendidos
para que nadie olvide cuánto espacio ocupa

 

 

HIRONDINA JOSHUA

 

  

 

la danza no es del cuerpo — el rostro inicia las vocaciones en la tragedia de los dialectos.
pero es en los pies que la danza tuerce el desino.
      — murmuran: la danza existe antes de los peces,
en las grandes máquinas antes de la distribución de las larvas.

 

 

en el libro se veía la enfermedad que padecen mis manos.

 

 

Versión de Roberto Amézquita

 

 

JAVIER VICEDO ALÓS

 

  

Homenaje vertical

A Roberto Juarroz

 


I

Echamos fuego al agua

y apagamos la transparencia.

Así quema el hombre la claridad del mundo

y la prende de silencio.

El temblor humano del fuego,

el estrépito de una voz abriéndose,

enmudece cualquier palabra.

Al fuego le basta con arder.

 

II

No hay palabra más cierta que otra.

Se aprende a callar con los años,

aunque parezca que hablemos.

Se nace sin palabras.

Y con todas las palabras rotas nos vamos.

Y sin embargo,

aunque vivir sea enmudecer,

existe un placer original en el silencio

que justifica todos los silencios.

 

 

ROBERTO ARIZMENDI

 

  

Dame tus cantos infantiles 

Para Michel

 


El árbol nace a los pies

de cada niño

para hacer su destino

con caricias perdidas

y llanto desolado

o con el grato rumor del viento

que recorre incansable el universo.

 

Dame tus cantos infantiles

para domar mi historia

que no sabe por dónde

recomenzar la vida,

a veces,

a pesar del tiempo acumulado.

 

Siempre los fuegos fatuos

nos torturan,

tuercen destinos y senderos,

andamos

así

buscando sin destino preciso

el horizonte.

 

Entre tu sonrisa perenne

y el sueño nocturno

que te dibuja el horizonte,

descubriré uno a uno

los colores que la bruma esconde

y el espacio infinito de la dicha.

 

De: “Navegante de sueños y utopías”

 

 

 

BEATRIZ RUSSO

 

 

 

Miedo

 


Ella no tenía coche por miedo a que se estropeara.

Ella no tenía casa por miedo a no poder pagarla.

Ella no viajaba por miedo a no regresar.

Ella no tenía amigos por miedo a la decepción.

Ella no quiso tener hijos por miedo a no poder ser madre.

Ella no tenía amor por miedo a desenamorarse.

Ella no tenía ilusión por miedo a desilusionarse.

Ella no tenía sueños por miedo a despertar.

 

Ella no tenía vida por miedo a morir.

 


De: “La caja china”

http://lacajachina.blogspot.com

 

 

 

LEIDY BIBIANA BERNAL

  

 

Lecho de nieve 

A Robert Walser,

quien murió sobre la nieve

 

 

Rumor de hojas sus pasos.

Camina invisible dejando huellas sonoras.

Viene de lejos, va sin prisa.

Es la sombra de un espantapájaros que susurra en la noche.

Viene entre los crujidos del viento, es la voz rota del espejo.

Movimiento sin volumen que avanza entre la quietud.

Viene desnudo, sin piel,

en busca de la espesura.

Camina lento.

Es su tiempo desencarnado.

No hay espacio

entre su transparencia y la solidez.

 

 

 

No hay caminos.

Instante y eternidad

nievan en su cuerpo.