"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
sábado, 23 de agosto de 2025
KARIN BOYE
Memoria
Serena
quiero dar las gracias a mi sino:
nunca te pierdo del todo.
Como la perla crece en la concha,
dentro de mí
germina tu esencia de rocío dulcemente.
Si al final un día yo te olvidara…
entonces serás sangre de mi sangre,
entonces tú y yo seremos uno…
¡así lo quieran los dioses!
De:
“Brotar duele”
Versión
de Carmen Montes.
LUIS RAMOS DE LA TORRE
El
silencio antes de Bach
(La
violonchelista junto a la ventana)
I
SAGRADO
tóxico es Bach.
Certero
elixir adictivo
que
aviva lo intenso.
Aroma.
Veneno crucial.
Igual
que la vida,
ansiada
liturgia.
Alta
Suite. Violonchelo
especial,
singular,
Luz,
fulgor, cordura envolvente.
II
Ebrio
mástil al viento,
en
el centro y la escena
enhebrando
mil hebras de luz.
Aire
son la chelista
y
sus ojos,
el
pelo alegría;
sus
dedos
cadencia,
artefacto, compás,
que
el sonido libera.
Hechura
del tacto,
su
tiemblo,
el
arco, su cuerpo y su pulso
al
azar, tan intenso.
III
Bach
sagrado en el tiempo.
Locura
más pura,
más
real.
En
las manos y al vuelo,
partitura
esencial,
sugerente
e intensa.
Bach
la clave, la cifra
inconclusa
y raigal,
lo
claro y singular,
que
aún vibra
en
lo audaz mostrando lo eterno.
(2007)
De:
“Trece escalones”
ANGELA MARINESCU
Votos
La
monja rompe sus votos;
ahora comienza la masacre y el miedo.
ser lo que no eres no es fácil.
pero ser lo que has llegado a ser es terrible.
un ángel visible me corta el paso.
un ángel invisible
me da el vaso de hierro
para llenarlo de sangre.
un ángel enfermo me dice
que el amor y el odio no tienen fin.
llegará el día en que dibujaré las palabras que
ya no puedo pronunciar.
De:
“El parque”
Versión
de Corina Oproae
PAULA ĆAĆIĆ
columna
vertebral
recuerdo
ese día haber bebido té helado,
sentada en el asiento trasero del coche.
recuerdo ese día haber pensado en serio lo jodida que estaba,
porque mi cuerpo estaba jodido.
ese día por primera vez estaba desnuda frente al médico,
ante las puertas dobles y solo esperaba que las abriera
algún impaciente paciente
que llevara mucho tiempo esperando turno.
entonces ese mismo paciente vería mis senos pequeños,
y yo desearía que la tierra me tragara de la vergüenza,
porque tengo 11 años y escoliosis
y me obligan a quitarme el sostén.
mi cuerpo es una instantánea azulada
sobre la cual deliberan e interpretan
cómo mi columna se desvió.
recuerdo sentirme culpable.
mamá decía: “¡paula, ponte recta!”
mamá sabía que yo era la más alta de la clase.
mamá no sabía que quería ser la más baja.
recuerdo bien ese día —
los médicos usaban reglas y transportadores
para medir lo jodida que estaba.
De:
“Paisaje personal”
Versión
de Miguel Roán.
JUANA CASTRO
Orchis
purpúrea
Irresistible
lenta, se acaricia
hasta el rigor tensada.
Trasoñar de la carne, ansiosa limitando
su tesoro lunar,
devorador del espejismo la pupila.
Por la pradera inmensa
se deslizan los dedos lentamente,
ofrendadas la cera y la penumbra.
Desfallecida sed, como si un ojo,
toda la magma espera
la fundación veraz bajo su tacto,
la estilizada forma
después de que su boca la vacíe.
Y la mano vacila. Pero solo los ojos
se derraman temblando
blandamente en la herida.
Anaranjada y nácar, la masa de la carne
como un rayo fulgura.
Invisibles lebreles
el aliento se espían en el aire.
Llamándola, la doble llamarada
de los muslos de plata, la garganta,
el cristal de los senos como un lirio,
la lánguida planicie de su vientre
y la confusa orquídea despeinada.
Ella, por siempre Ella,
la Gran Narcisia blanca
amándose en la luz, idólatra
su mano, prensadora y ardiente.
Imantada la abeja, circular
en gozo y en lascivia,
tejedora en la flor,
eterna boca.
De:
“Narcisia”
XIMENA LÓPEZ BUSTAMANTE
estado
profético
atravesarse cubierta de máscaras
como animales que nunca se repiten
escarbar
hasta encontrarse los pies
reconocer en lo desconocido
todo aquello que he visto leído olvidado
De:
“Sombra celeste”
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