"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
martes, 17 de junio de 2025
GABRIEL BOCÁNGEL
A un soldado
Tu
obstinado cadáver nos advierte
que hay vida muerta, pero no vencida,
pues solo en tu valor, solo en tu vida,
algo miró después de sí la muerte.
Fuerte
es la Parca, pero tú más fuerte:
no se debió a su golpe tu caída
tú contra ti la ayudas ya rendida,
¿qué quién pudiera, sino tú, vencerte?
Tú
dividiste el trance indivisible
de morir y postrarte, tan altivo,
que en el daño común no hallas ejemplo.
¿Cuánto
más que inmortal, y que invencible
contemplaré que fuiste, cuando vivo,
si el cadáver intrépido contemplo?
ARQUÍLOCO
Autorretrato
En
mi lanza
llevo ensartados panes.
Por mi lanza
escurre vino de Ismaros.
Apoyado en mi lanza,
de pie, en el alto,
sano, sereno, impasible,
como y bebo.
GLADYS GONZÁLEZ
vidrio molido
el
aire de esta casa
se
vuelve repulsivo
soy
un trozo de carbón
ovillado
y ardiendo
solo
logro
perder
el equilibrio
y
caer hecha cenizas
tiznando
esta cama
esperando
más dolor
envuelta
en analgésicos
y
botellas
de
agua mineral
solo
puedo
levantar
la cabeza
para
ver esta escalera
angosta
y pequeña
en
la que todas las tardes
la
luz se extingue
oscureciéndolo
aún
más
todo
quisiera
desaparecer
en
lo negro
adherirme
a la pared
perder
los sentidos
sentir
la noche
en
sábanas limpias
meter
la mano
dentro
de mi cabeza
y
cubrir
con
los ruidos de la calle
los
túneles de esta memoria
quiero
que el tiempo pase
que
la sangre de mi brazo
ya
no sea
un
hervidero mutilado
quiero
abandonar
este
colchón
en
el suelo
esta
habitación
esta
miseria
cuando
cruce
la
puerta de escape
nadie
volverá
a comprarme
por
un baño caliente
papelinas
y
alcohol
nadie
volverá
a levantarme la voz
ni
tocarme
como
si fuera un cadáver
nadie
puede
enseñarme
lo
que es caminar
sobre
vidrio molido
lijando
las aceras
con
la palabra
sobrevivencia
lentamente
desapareciendo.
De: “Hospicio”
MARÍA LUISA SANÍN PEÑA
retorno de Saturno o poema aceleracionista
naciste,
bebé
cuando
murió el Eastern Bloc
naciste,
bebé
en
los escombros
de
la burocracia que quedó
como
bruma rasa de un sueño
un
rezago no más
ahora
todo es
Rappi
y burbuja inmobiliaria
los
ansiolíticos que compraste en la Deep Web
y
OnlyFans
bebé
ahora
todo es
no
mires arriba
no
te imagines
uno
que otro firmamento
no
dejes
que
esas estrellas muertas te cieguen
con
sus luces ilusorias
no
seas resentida, bebé
ahora
todo es
islotes
de basura
la
Atlántida que triste burbujeó en el mar manso
un
continente nuevo
Antropoceno
naciste,
bebé
después
del ‘68
tan
después del ’68
que
su idea
flota
escasa
como
el texto de una distancia miope
alumbra
luciérnaga
tartamuda:
bendito
espejismo
lo
hubieras visto, bebé
pero
naciste, bebé
aunque
después del ‘68
no
tan después,
que
la nostalgia te envuelve aún
como
el humo de las minitecas
sus
luces
verdes
rojas
y
azules
despertando
un instinto puberto
parecido
a la libertad
y
aunque ahora todo es
apartaestudio
crédito/beca
emprendedor
fracking
aún
el cuello se te acalambra
de
tanto mirar arriba
y algunas
cosas, bebé
ahora
son
un
puño y un estandarte
una
hermana
y
cien hermanas más
una
sustancia primordial
que
siempre hemos tenido
en
unos años dirás a alguien
sufriendo
del infortunio breve
de
la juventud
le
dirás:
naciste,
bebé
cuando
estalló la pandemia
naciste
en los escombros
del
imperio caído
del
desasosiego
la
sociedad de ayer es un caracol baboso
que
desentrañado
de
su espiral de nácar
se
va
y los
escombros, bebé
los
escombros de ese
mármol
mausoleo
martirio
los
escombros son la concha
arcilla
piedras
de tu casa.
JUAN DOMINGO AGUILAR
Super-8
Cuando
era pequeño
vi
llorar a mi padre por primera vez,
mi
tío hacía películas caseras
y
una tarde proyectamos
la
del último viaje
que
hicimos en familia.
La
cara de mi abuelo
apareció
junto a una balada de fondo,
entonces
aprendí,
todas
las canciones de amor
tienen
por protagonista
a un
muerto.
De: “Un mal de familia”
CARLOS IGLESIAS DÍEZ
El espejo
Tu
figura traza una parábola,
que va desde mi mano hasta
la pantalla del ordenador.
Si
te espío a través del cristal,
percibo los difusos límites
de un sueño,
un desleído aroma envuelto
en jazmín y limón.
Pero
si al fin lograra alcanzarte,
más allá del silencio,
con tus dedos rozarías
el eco infinito del deseo,
la certeza intacta
de quien solo anhela
convertirse en tu espejo.
De: “El peso del silencio”