"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
lunes, 14 de julio de 2025
FRANCISCO VÉJAR
Ha muerto Joseph Brodsky
Ha
muerto Joseph Brodsky
En nuestro barrio alguien tocaba un anacrónico piano de cola
Y se encendía la luz de melodías cansinas
Esos días no entran en el calendario
Y se mezclan como un ponche
Suave como el fluir de nuestra sangre
Pero no sólo ponche corre por las venas
En la calle las motocicletas pasan como avispas
Y una adolescente abandona su doble vida para volver a casa.
Ha muerto Joseph Brodsky y con él parte de las lecturas
Que hacíamos de sus poemas en veranos marítimos.
Ya no bastan sol, mar, ni luna
Y no vale la pena preguntarnos por el valor de la vida
Sólo queda vagabundear por calles y lugares donde nos gustaría
Hacer como tú una antología universal del amor
Para los amantes de hoteles de paso.
Queremos recordar estas palabras tuyas:
El día te va buscando en el armario una camisa
Ojalá llegue pronto el invierno y con la nieve cubra
Las ciudades los hombres sobre todo lo verde
Si de noche veo una estrella en el techo
Ella -según las leyes de combustión-
Me resbala por la mejilla hasta la almohada
Sin darme tiempo a pensar un deseo.
BASILIO SÁNCHEZ
El pan y la sal
De
una casa a otra se enviaban saludos,
las cintas de humo azul de los hogares
y, con las filtraciones de las primeras luces,
algunas nubes lentas.
Entre
una casa y otra los silencios
eran ruidos de platos,
una flor esmaltada en unas tazas, el murmullo
de las copas de vidrio.
Desde
hace algunos años
es un pueblo vacío,
uno de esos lugares que ya no necesita del crepúsculo.
Los
muros de las casas
se han ido acostumbrando
al desfallecimiento, a los rigores
de las viejas moreras, de las parras silvestres.
En medio de las plazas,
al final de las calles, las sombras de las cosas
permanecen inmóviles,
nos hablan desde fuera del tiempo.
Ahora
el cielo está quieto como un campo sin nada,
como el hombre sentado que lo mira.
Como
el que en la maleza
busca aún las canciones perdidas de los niños,
algunas nubes lentas para la intimidad,
para el regreso.
EMMA POSADA
Noche mendiga
En
los telares eternos, las brujas tejen fantasmas para estas noches de invierno.
La geometría gris de la tristeza descuelga un arco trágico sobre el lomo del
tiempo.
Madre
Miseria ríe, piruetea y danza en el circo de las desgracias; en las callejuelas
mendigas, los perros hambrientos aúllan hasta hacer rodar sobre las sombras los
aros fríos del silencio…
Luna
medio apagada, lluvia fina y nerviosa. La ciudad mendiga duerme cubierta con
sus harapos. Madre Miseria ronda… y un perro triste lame la luna enferma.
JUAN CERVERA
XIV
No
se quería morir,
y se
murió como todos
los
que empiezan a vivir.
De: “Coplas proverbiales”
FERMÍN VILELA
La higuera
El
carácter 注
(zhù) puede significar “verter”, “concentrarse” o “registrar”. Verter es servir
agua a Dios (生),
quien regula la irrigación. Ambos sentidos dan la idea de orientar el agua.
Me gusta dibujar las ramas
de la higuera, una por una,
cargada de grandes hojas.
Quise aprender a observarla
al final de la tarde, en ese minuto preciso.
Quise, bajo determinada perspectiva,
trasladar el vacío aguado entre sus hojas
y darles un lugar en el universo
de esta pequeña hoja en blanco
como si la higuera no tuviera
ninguna de esas cualidades,
como si necesitara ser trasladada
a la burocracia sagrada
de mi lenguaje.
Yo necesito dibujarla para poder amar
y así escarbar un túnel en la oscuridad.
Escarbar, escarbar, dos veces escarbar.
Las uñas negras de tierra y disciplina.
Aparece la imagen por un lado,
el brazo de tinta por el otro
hasta que el encuentro
se vuelve inevitable,
dos túneles uniéndose
entre raíces y lombrices,
justo bajo esta higuera.
JUAN CARLOS ONETTI
El que pretende
El
que pretende dirigirse a la humanidad
o es un tramposo o está equivocado.
La pretendida comunicación se cumple o no;
el autor no es responsable,
ella se da o no por añadidura.
El que quiera enviar un mensaje
- como se ha reiterado ya tantas veces -
que encargue esta tarea a una mensajería.