"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
viernes, 4 de julio de 2025
NICOLÁS GÓMEZ DÁVILA
Cualquiera
tiene derecho a ser estúpido, pero no a exigir que veneremos sus estupideces.
BOŽIDAR PROROČIĆ
El juego del destino
En
el juego del destino soñoliento
encuentro
la inquietud de una mujer maravillosa
y el
suspiro de mi dolor prístino
y la
mañana de una verdad de sueños encantadores
Ahora,
en la noche, te miro a hurtadillas
y
recuerdo el camino hacia tu soledad
Reclinaste
tu cabeza en mi hombro;
¿fuiste
tan sólo un juego
o el
destino que presiente la verdad?
¿En
el juego silenciosamente desaparecerá
y la
huella de la ansiedad de tu piel?
LUIS ARIAS MANZO
Agualuna, suprema y panameña
Quizás
la más esotérica,
La más escalofriante,
Más severa y, más austera,
Venías con una delicada misión:
Penetrar en los rincones oscuros de mi conciencia
Y atrapar desde allí a tirones la nebulosa,
Esa bruma que empaña los ojos
Y no deja mirar el luminoso universo.
Debías invadir atrevida mi alma
Para que aflorara la capacidad intuitiva,
En mi mente bien demasiado terrenal.
Yo materialista, guerrillero virtual,
Y machista contemporáneo,
Me resistía y me negaba,
Y me re-negaba.
Tú, maquiavélica y profana,
Usabas todos los medios a tu alcance;
Venías por las noches en ruido de viejas bisagras,
Penetrabas insolente en mi lecho
Y en aquel catar de sábanas transpiradas,
Me violabas la intimidad.
Tu estadía sería transitoria,
Treinta días y veinticinco poemas de amor,
Poemas de guerra del guerrero invencible
Que cabalgaba por las vastas llanuras de la vida
Y acudía a la cita de nuestra guerra actual.
Después te fuiste clandestina
Como si te escaparas de un trágico acontecer
Y me dejabas sumergido, casi enterrado,
Buscando mil explicaciones sin respuestas
Hasta ver el amanecer de tu libro:
“Agualuna”
Que entre lágrimas y fríos
Poco a poco fui construyendo.
Tenía el verbo herido entre mis entrañas
Y el alfabeto se retorcía como tripas enfermas
Cuando sacaba adelante mi literario karma,
Pero tú, sabia, suprema y esotérica,
Con dedicación y esmero
Lo habías preparado todo,
Te fuiste sin dejar ningún cabo suelto
Y me dejaste taciturno y sumergido
En un mar de preguntas diáfanas.
Era el cálido mes de Febrero,
Dos mil y un años después de Cristo,
Cada día, y todos los días,
Día tras día,
Venías con tu figura afligida
Y tus voces quebrantadas,
Trayéndome las lecciones del RAM
Rigor, Amor, Misericordia.
MELCHOR LÓPEZ
La sirena
Era
mediodía otra vez. Las plantas colgaban del techo vencidas por el calor.
Almanaques, crustáceos y estrellas de mar decoraban las paredes. Hablábamos y
llenábamos las copas en espera del almuerzo. Laura dijo: La madre es una señora
guapa; la hija, por su piel, por sus gestos, podría ser tu hermana.
La
muchacha venía de pescar hermosos peces de encendidas agallas, de vivísimos
colores, como también hubiera podido traer conchas o tornasoladas caracolas o
las más escondidas y extrañas piedras del fondo. Su piel, sus gestos, quizás,
sí, fueran semejantes a los míos, pero yo vi en ella la mirada de la sirena
inviolada engastada en sus ojos, pero yo adiviné, además, una brillante hilera
de escamas naciéndole bajo el vestido
De: “Según la luz”
EUGENIO MONTEJO
Acacias
Estremecidas
como naves
acacias emergidas de un paisaje antiguo
y no obstante batidas en su fuego
bajo la negra luz de atardecida
yo miro yo asisto
a este mínimo esplendor tan denso
yo palpo
la intermitencia de las arboladuras
su fuego girante delirante
enmarcadas en un éxtasis grave
como desposeídas lanzadas al abismo
así de grande
en un follaje poblado de sombras agitadas
las miro
frente a la piedad de mis ojos
bajo los huracanes de la Noche
JULIA NADAL BARRERAS
Camino hacía la verdad
Contaba
con 18 años exactamente
nunca
me voy a olvidar
cuando
paso lo siguiente
Estaba
mi cuñada dando a luz
a su
segundo hijo
en
la sala de espera hace una especie de U
Allí
estaba mi madre mi hermano y yo
de
pronto entro un matrimonio
que
justamente se puso en frente
o sea,
cara a cara
Yo
no paraba de entrar y salir
y
observe que aquella pareja
me
miraba mucho, me hacían
gestos
con la cara y con los hombros
le
dije a mi madre, y a esos que les pasa!!!
Mi
madre estaba muy seria
pero
no le di importancia
porque
el parto no iba bien
y
estaba preocupada
por
mi cuñada y mi hermano
que
era un manojo de nervios
En
una de esas,
el
hombre se me planta delante
y me
dijo ...Qué no piensas decirme nada?
_Perdón?
yo no lo conozco de nada
como
que no me conoces de nada
pues
como que no!!!
En
esto mi madre callada...
Mire
yo me llamo Julia Nadal
y
esa es mi madre,
el
hombre ni la miro
y me
soltó, no es que te parezcas
es
que eres ella
Y la
respuesta de mi madre
fue
lo que me choco
y me
hizo pensar
más
tarde .....esa es mi hija
Se
dio la vuelta, estuvo un rato
y le
perdí de vista
Nació
mi sobrino y nos fuimos
a
casa
al
llegar lo primero que hice fue
buscar
el libro de familia
y
ver si nacimos una o dos
solo
estaba registrada yo
Ami
me tubo en casa
y
sería muy fácil
llevarse
a una
y
quedarse la otra
Todo
me empezó a encajar
Para
mí era lógico
pensar
así
y
así lo hice
muchos
años
con
la pena y la tristeza
por
compañera una vez más.
Una
vez más, sin contar nada a nadie
tragándome
las lagrimas
y
empezar una búsqueda
difícil
de encontrar.