sábado, 5 de julio de 2025


 

NICOLÁS GÓMEZ DÁVILA

 

 


 

El primer paso de la sabiduría está en admitir, con buen humor, que nuestras ideas no tienen por qué interesar a nadie.

 

 

BOŽIDAR PROROČIĆ

 

  

 

El golpe del trueno

 



La noche

es oscura

tempestuosa

me pregunto por qué escondo mis pensamientos

El golpe del trueno;

relampaguea el rayo

en esta noche

de recuerdos

 hay viento

y lluvia

tempestad enfurecida

los besos

los sueños

y el roce del otoño

me acarician

con el afán de la pasión

Estoy parado e inmóvil

Entre la tempestad

No hay ruptura

ni años de soledad

El amor esconde

todas las tempestades de la verdad

Cetinje duerme

Sobre él el secreto

la tempestad y la lluvia

el golpe del trueno

Este poema solamente

me produce intranquilidad

Y esta noche

de nuevo

sueño despierto

 

 

LUIS ARIAS MANZO

 

  

 

Kyoko: la llave, la puerta, el reiki.  

[A Kioko Moriyama]

 

 

Japón fue el país que elegiste,
Cuando en la Tribu te preparabas
Para emprender este viaje 
Terreno y Terrenal. 

Tú fuiste la primera que irrumpió 
En mi espacio sombrío, 
Venías liviana 
Serena y sonriente,
Traías la mirada baja,
Como queriendo encubrir un secreto,
Pero reías espontánea,
Familiar y campechana.
Yo, solitario y cansado,
Creyendo mi misión concluida, 
Ya me preparaba para mi partida feliz.

Pero con tu sabiduría legendaria del Oriente 
Cumpliste con creces tu misión secreta 
Dejándome apto, limpio y puro
Para la historia meticulosamente preparada.
Con tus manos calientes de energía
Nutriste mis sentidos de poesía.
Y me vaciaste del cansancio que me agobiaba.

Yo me resistía,
Ay, cuanto me resistía a creer en otra cosa, 
Y para mí mismo me repetía:
 
¡Aterriza, aterriza!!!
¡Aterriza Luisito!!!
Y vive lo terrenal,
Y sólo lo terrenal.

Porque eres el Maestro de tus decisiones, 
El Director de la orquesta que nutre tu vida,
El conductor de tu carro corporal,
El maquinista de tu mecánico tren. 
Vas por los rieles prediseñados,
Pero tú, y sólo tú sabes
Dónde, cómo y cuando detenerlo.
Tú, y sólo tú eliges la velocidad de la máquina, 
Los rieles son tu destino 
Y la locomotora, la locomotora eres tú.
Si quieres descarrilar, 
Entonces acelera, acelera, 
Acelera más y más
Hasta agotar el equilibrio,
Y entonces,
Entonces ya no hablaremos más.

Pero tú,
Maestra mía,
Sabías lo que hacías,
Y manejabas las herramientas del tiempo,
Con tu oriental y desconcertadora paciencia.

 

 

MELCHOR LÓPEZ

 

  

 

Catacumbas de San Francisco

Para la calavera de Juan Llampallas

 


Aquí yace Manoel Gomes dos Santos.

Aquí yace Maria Albina de Sá Nasareth.

Aquí yace Custódio Luiz de Miranda.

 

Los enterrados próceres de Oporto

ya no lucen sus finas galas,

abajo, en las tumbas coronadas

por huesos y macabros coros de calaveras.

 

Los enterrados próceres de Oporto

ya no pueden oír, arriba,

en el templo, el canto de los ángeles

declarando la gloria de la vida

que todavía fluye, poderosa,

entre profusos oros vegetales.

 

Aquí yace Thomas Leite Ferreira.

Aquí yace Maria Emilia Braga.

Aquí yace.

Aquí.

 

De: “Según la luz”

 

EUGENIO MONTEJO

 

 

 

La tierra giro para acercarnos

 

 

La tierra giró para acercarnos,
giró sobre sí misma y en nosotros,
hasta juntarnos por fin en este sueño,
como fue escrito en el Simposio.
Pasaron noches, nieves y solsticios;
pasó el tiempo en minutos y milenios.
Una carreta que iba para Nínive
llegó a Nebraska.
Un gallo cantó lejos del mundo,
en la previda a menos mil de nuestros padres.
La tierra giró musicalmente
llevándonos a bordo;
no cesó de girar un solo instante,
como si tanto amor, tanto milagro
sólo fuera un adagio hace mucho ya escrito
entre las partituras del Simposio.

 

 

JULIA NADAL BARRERAS

 

  

 

Libertad

 


Si alguna vez se apagó

tu sonrisa,

porqué alguien te daño

 

Si no eras totalmente libre

de opinar y expresarte

como tu querías.

 

Por no molestar,

o simplemente por no herir

dejando a un lado tu sentir.

 

De golpe vino a mi memoria,

la horrible pesadilla,

de mi vida.

 

Ya nadie me va hacer callar,

nadie me va a utilizar mas,

porque no me voy a dejar.

 

Un golpe en toda la cara

me despertó.

 

Recordando a esa pequeña marioneta,

que usaron y jugaron

con ella, hasta que despertó

de su letargo,

que casi me izo morir en vida.

 

Nadie, es dueña de mi vida,

ni de mis sentimientos y mucho menos

de mi manera de pensar.

 

Soy libre, y así quiero continuar,

saboreando ese aroma de libertad,

que nadie tiene derecho a robarme.

 

Decidir por mi misma,

lo que es bueno o malo para mí,

es mi vida y no quiero

que nadie la viva por mí.