"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
lunes, 25 de octubre de 2021
LUIS VIDALES
Perpetuum mobile
Mis
versos cantan que en el mundo
las líneas de los cuartos
de los asientos
de las mesas
corren vertiginosamente
alrededor de sus objetos.
Que los dibujos del centro del cielo raso
giran como ruletas
y que ejecutan danzas macabras
los arabescos de los baldosines.
Que cada edificio
gira dentro de sí mismo
y que los árboles
y las calles
y las cosas
viven bailando eternamente
el baile eterno
de la línea que huye.
De: “Suenan timbres”
ANTONIO ENRIQUE
El rabino
El
rabino dijo
que todo era castigo de Dios.
Hombres y mujeres desnudos
se abrazan.
Porque el amor une más que la muerte
se abrazan.
Se apaga la luz con un chasquido,
todos los focos a una.
¿Qué es eso que suena?
¿Qué es eso que suena
como la luna cuando se mueve
en la noche remota y lenta?
¿Qué es eso que suena
y quema?
El pavor con un relámpago
ilumina sus calaveras.
Grito como este no lo hay
desde el comienzo del mundo.
Se abrazaron, no sabemos más;
nadie hubo nunca que lo supiera.
Que llovía el gas.
Que el agua lo era de muerte.
Años después están los rasguños
de quienes se lanzaron contra la pared.
El rabino cuando expiró lo dijo:
Así me mates, Yavé, seguiré amándote.
No había Dios, y si lo había,
daba igual.
De: “La palabra muda”
MARTA LÓPEZ VILAR
Después
Puse
sobre el mundo la clara luz de tu alegría.
Iluminaba
como la voz de un niño
sintiendo
la inocencia del verano.
Estaba
tu cuerpo oscurecido por el sol.
Había
playas blancas que no acababan nunca
y un
barco encallado en sus orillas,
una
caracola.
Nada
tocó esa pureza,
solo
el presente.
De: “En las aguas de octubre”
PABLO GARCÍA CASADO
Celebrity
Me
dice que se va a poner extensiones. Y a tatuar las cejas. Tenemos que cuidar
nuestro aspecto, vivimos de nuestra imagen. Yo le digo que solo
miran a Mónica. Ella no lo ve así, dice que esto es un paso más en su carrera.
Y me habla de Sasha Grey, de Amarna Miller, de las antiguas. Me han dado un
papel en un corto, el sábado lo presentan a un festival. Se ha comprado un
vestido para la alfombra roja.
De: “La cámara te quiere”
UNAI VELASCO
Los
helechos
‘Parque Jurásico’: «rodeados de plantas…»
La Enciclopedia Salvat, vol. 15
Todavía siguen ahí todas aquellas películas (los helechos inadvertidos)
que
no querríamos volver a ver más,
ya
pasó, dijimos
habituales
fáciles de palabra rápida
todo
el peso de los días recostado (en
los helechos)
en
el gesto acostumbrado.
Ignorando
que
más
allá de la extensión infinita de los contenidos extra
más
allá del montaje del director, permanecerán
ante
todo
no
las películas más audaces
sino
las más felices,
sostenidas
no
rescatadas
nostálgicos
no,
como
se recupera aquello que nunca se ha ido.
Permanecerán
para bien o para mal
(los helechos)
como
pequeñas piedras de adoración
secas
y precisas,
manutención
en los bolsillos
irreversibles
del
bañador.
Hoy
siguen ahí con su insistencia sana (y
lanceolada)
que
algún día parecerá salvarnos
o
nos salvará, quién sabe,
porque
merecía la pena citarse en el cine
como
una gran decisión adulta y aún
no
estaba demasiado claro qué demonios era
aquello
del dolby surround. Ahora
sus
voces sigilosas (sus
hojas)
nos
rodean o nos envuelven.
Siguen
ahí, en efecto,
urdieron
una espesura apropiada,
autoridades
del tránsito de nada sirve
tener
miedo
(de los helechos)
si
su presencia
el
día en que volvamos
es
más vívida que todo lo que alguna vez tuvimos
que
lo que no tuvimos jamás,
si
su presencia
de
golpe
nos
acorrala
si
se impone sin publicidad y sin cortes
si
su emulsión nos deja secos en el sofa
en
el interior
del
coche volcado de una noche tormentosa y selvática
a
retazos nuestras ropas
los
cristales rotos del parabrisas
la
pierna herida de Jeff Goldblum
perseguidos
por el Tiranosaurio Rex
huid
huid
hacia
la valla
hacia
el perímetro electrificado
(en
dirección a los helechos)
atravesadlo
de
nuevo atrapados por decenas de
gallimimus gallimimus gallimimus
gallimimus gallimimus
De: “En
este lugar”
MARIANO PEYROU
Cuestión de decidir
Misteriosa
todavía
aún no sé de qué hablo ni por lo tanto su género pero
la a es mi letra favorita
el uno es mi número predilecto pero
solamente casi siempre.
Solo me interesa una parte
del cuerpo dije
te hacen falta al menos dos me contestó
me refiero al corazón añadí risueño
yo al corazón y al pie declaró vencedora.
Misteriosa la conversación laberinto
misteriosa la duda
también
el dos es mi número predilecto.
El mar es mi agua preferida junto con la lágrima la
nieve
el vaso junto a la cama.
De: “El mar hospital es el mar
aeropuerto”