martes, 15 de abril de 2025


 

JOSÉ LUIS DÍAZ CABALLERO

 


 

Nada tan ruidoso

 

 

como el quejido de un tenedor

a las diez de la noche

o la dosis de nieve

desangrando tu vaso.

 

Intuyo que mueres

en la oscura florescencia de la cocina,

apegado al uniforme

irritado por la avaricia de calor.

 

Mientras cenas,

caen de tu boca

las horas

cadavéricas

que a nadie alimentan

 

salvo a ti.

 

 

De: “Atlas en rojo”

 

OLGA AZABAL D

 

 


 

Leí que los peces
entran en un estado de congelación
para pasar el invierno.

Ahora sé que las glicoproteínas son
agentes anticongelantes celulares.

También sé que «Perlerorneq» significa
en lengua esquimal «sentir el peso de la vida».
¿Qué más podía hacer?

 

 

De: “Un silencio blanco”

 

 

SOFÍA GÓMEZ PISA

 

 

 

2.



la proximidad al objetivo
estaba dada
cualquier civil podía ser el próximo
los humanos parecían
desde acá
meras piezas de un ajedrez
es insólito como de un segundo
a otro
tu vida puede cambiar
trascendentalmente
un número más
un número menos
alguien que estaba en el
lugar incorrecto
a la hora incorrecta
abejas zumbando
en el vacío
de la perfección

 

LEÓN FÉLIX BATISTA

 

 

 

conversación en tiempo de bolero

 

 

Traspones el umbral mesándote una sien y por
tercera acción elogiar el arabesco de
su bata de batista. Descifras allá atrás aquel bolero rancio
como supervivencia del abismo medieval. Inestable
de ver negro, su debacle de matices, mixturas en un
vaso quebraduras de agua helada y espesor de un
carburante; reclinas la cabeza. La observas
prolongando a brochazos el fulgor: la quemazón
del bosque, la desaparición (extraña) del sentido en
favor del sinsentido y en gruesos astillones, por
afán calefactor.

 

CRISTINA NAREA

 

 


 

Cuando vuelan las gaviotas

 

 

Cuando vuelan las gaviotas

cuando el aire parece que transita

enamorado de nosotros

cuando respirar se convierte en lo único

y nosotros y ese respiro se funden.

cuando todo pasa y se queda

ahora es ahora

se siente la presencia

y percibo el segundo sublime

me reconozco

me dejo

acepto la inspiración

lo inmutable del momento

cuando azota el calor

y se vuelve lluvia de tormenta

cuando nada parece convocarte

y la belleza mientras

te espera con paciencia

en ese punto del mapa

en ese hueco infinito

soy por un rato consciente,

soy

y el ahora me envuelve como si fuera

para toda la vida.

 

De: “Bajo las plumas”.

 

HOMERO PUMAROL

 

 

 

Jack Veneno ha muerto

 

 

Esta mañana en el carro rojo de Deseo
dando vueltas al Parque Independencia
mientras intentaba enrolar un tabaco
en la portada del National Geographic
lo pude leer con estos ojos
JACK VENENO ha muerto.

Deseo inmediatamente rompió aguas,
así de feo, así de cero, así mismo,
sí, ese es su deseo,
y lloró y lloró y lloró
porque además no encontramos
una puta suficiente para los dos
y porque no hay nada que hacer sino llorar
y dar vueltas al Parque Independencia
que es el parque más feo de la bolita del mundo.

… y llorar y dar vueltas al parque Independencia y al tabaco
y terminar de enrolarlo a lágrima viva
del mismo lado de la calle El Conde,
entre los borrachos de a pie, los maniceros,
las barrigas verdes de polyester de los policías,
los carros públicos, las guaguas voladoras
y siete locos que iban corriendo, llorando, gritando
“degracimao, hijoetumalditamai, mamagüebo”
a un pintor que corría y lloraba y gritaba más rápido que ellos
y que les había robado todas las piedras
que ahora ellos no tenían y que ya nunca nadie podría tirar.

JACK VENENO ha muerto,
el campeón de la bolita del mundo,
el líder de la cuadra de los técnicos,
que luchó en mi sueño a trío con Blue Demon y El Santo
contra Frankenstein, El Hombre Lobo y La Mujer Maravilla;
JACK con Forty malt, un brazo de poder en cada cucharada,
con el salami especial de mallita,
con SangYang ahí van,
champú, rinse y acondicionador BPT,
con Avispa al pelo y piojo al suelo,
JACK saltando con la bota preparada
desde la tercera cuerda hasta el infinito;
el hijo de Doña Tatica,
el hombre de pelo en pecho,
que venció a Rick Flair con la polémica
por la faja mundial,
que acabó con El Vampiro Cao
y con La Gallina Relámpago Hernández.

Relámpago te jodieron,
Relámpago te agarraron comprando crack en Catanga,
Relámpago qué mierda es el congreso,
en mi inodoro ha crecido una mata gigante,
hay telarañas en los lavamanos,
tengo seis días sin luz,
la policía pone cada vez más cara la yerba,
mezclan la coca con azúcar de leche
y al final uno parece cada vez más una gallina
picoteando polvo en el vacío.
Relámpago vuelve a la cuadra de los rudos,
te lo piden los muchachos de La Victoria,
Relámpago vuelve por Deseo, por Vickiana, por Luis Días,
por Aramis Camilo y su organización secreta.

JACK VENENO HA MUERTO
Nietzsche lo sospechó desde un principio,
Deseo aún no para de llorar
y no hay una sola puta suficiente
en todo el Parque Independencia.