Yo les digo a todos, vive todavía
Yo
les digo a todos, vive todavía,
Pues ha resucitado;
En medio de nosotros – aún está presente
Y en nosotros aliena eternamente.
Lo
digo a todos; dígalo al instante
Cada uno a sus amigos.
Dígalo sin demora – por valle, monte y llano,
Que ya el reino de Dios está cerca.
Ahora
comienza a aparecer el mundo
Cual una patria común;
Con gozo acepta todos – el don de nueva vida,
Que llueve de su mano bendecida.
Hundiose
ya del mar en lo profundo
El horror de la muerte;
Ya todo mortal puede – con ánimo seguro,
Ver la sublimidad de su futuro.
El
sombrío sendero que él hollaba
En el cielo termina;
Aquel que a su consejo – el corazón entrega,
A la casa del padre por fin llega.
Aquí
ya nadie llora; cuando alguno
Cierra a la luz los ojos,
Tan gran dolor se endulza – con la santa alegría
De volver a encontrarse allá algún día.
Al
bien obrar ya puede quien lo quiera
Con fervor consagrarse,
Pues toda esta semilla – él la vera gozoso
Dar flor en un vergel más deleitoso.
El
vive; entre nosotros va a quedarse
Aunque nos dejen todos.
Celebremos la fiesta – que el día nos ofrece
Hoy nuestro mundo se rejuvenece.
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