lunes, 9 de agosto de 2021

RIYAD AL-SALEH AL-HUSSEIN

 

 

 


Una habitación pequeña y estrecha y nada más

 

 

Habitación pequeña apta para la vida.
Una habitación pequeña y estrecha digna de morir.
Habitación pequeña y húmeda que no sirve para nada.
Una pequeña habitación.
Una mujer pelando papas y desesperación.
Un albañil y un niño que nunca duerme,
una niña que llora mucho sin razón
y yo, un niño travieso, pero no perverso,
tengo libros y amigos
y nada más.
Desde que nací sin patria
y desde que la patria se hizo tumba
y desde que la tumba se convirtió en un libro.
Desde que el libro se convirtió en una prisión
y desde que la prisión se convirtió en un sueño,
y desde que el sueño se convirtió en un hogar.
Estaba buscando una habitación pequeña y estrecha
en la que pueda respirar libremente.
Respiro libremente
en una habitación pequeña y estrecha.
Me quito la ropa y me voy a dormir,
me quito la boca y hablo,
me quito los pies y doy un paseo bajo el polvo de la cama.
Busco sobras de comida y gatos a los que les encanta que los acaricien.
En el estante de la habitación hay libros y amigos.
También hay un ramo seco de alfalfa,
una foto de Guevara y un tablero negro por Munther Masri.
Cuando tengo hambre como libros y les digo a mis amigos:
amigos, vamos a conversar.
Y mis amigos son muchos;
los que me aman no me dejan morir,
los que me odian no me dan oportunidad de vivir
y probablemente mañana
devoraré a mis amigos como devoré los libros
y resoluciones de las Naciones Unidas.
Y probablemente mañana
retener mi sueños al igual que la señorita X
que retiró su mano de los asuntos de mi corazón.
Y probablemente mañana
saldré de la habitación para establecer mi vida.
Con sus cinco paredes ensangrentadas
y su única ventana abierta
En una habitación pequeña y estrecha, apta para las lágrimas.
En una habitación pequeña y estrecha, apta para parcelas
no podría conspirar contra nadie,
no pude hacer nada.
En una habitación pequeña, apta para escribir
no pude evitar escribir mi última voluntad.
La pequeña y estrecha habitación que se extendía como un cadáver
encima de la cama del suelo
apta, como yo, para la autopsia
y, como yo, apta para la aniquilación.

 

 

 

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