jueves, 11 de agosto de 2022

JOSÉ MÁRMOL

 

 

 

Criatura


 

Un cuerpo de mujer, desnudo, virgen, tibio,

resbala quejumbroso en la cima de mis brazos.

Un aposento extraño, hundido en el silencio

y la penumbra espesa de una noche de montaña.

A veces un capricho, un chasquido de labios, una mirada mansa.

A veces la impresión de dos bestias insaciables,

cuyas respiraciones se han bebido los cielos.

Cuando su lengua baja, ya domada, a mi pecho,

la extensión de su talle se acomoda entre mis dedos.

Una mujer desnuda, prendida en mi abandono,

disfrazada de todas las formas del deseo.

Un cuerpo de mujer ardorosa que se encumbra,

mientras sobre los pinos juguetea el viento negro

y las ramas prosiguen su oración, a pesar nuestro.

 

De: “Criatura del aire”

 

 

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