Me
olvido de la calle Galiano*
A
esa hora, en que la madrugada
Extiende sus cortinas de oro
Despierta el animal que viaja en mi piel
Me inclino trabajosamente sobre tu vientre
Debajo del cual discurre, el río:
(Madre de todo el placer. De toda la vida)
Y allí escucho el suave galopar de la sangre en pequeñas pisadas
(Me olvido entonces de la calle Galiano
Gentes atravesando portalones donde circulan historias
Debajo de telas, telas que cubren pieles de mujeres hermosas
Que piensan tal vez en sus cocinas, en sus escaparates
O en las manos de sus esposos; estrujándolas
Y arrancándoles gemidos de dolor o placer)
Así, mientras Alguien, tirando, (como si dijéramos de un hilo)
por todo el Tiempo nuestra esfera inmensa
(dentro de un espacio que se expande cada segundo)
Algunos, en sus habitaciones,
en playas, o en medio de las calles
Se acarician o ejercen un odio de muerte.
Diciembre 7 del 2008
*
Calle principal del comercio en La Habana
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