Serenata invernal
Hemos
perdido el día.
Ahora
solo nos reviste el sueño
de la savia ritual
de la tierra quebrantada de prímulas.
Entonces
los mirlos vuelven
a beber sus aguas solares.
Nuestra
voz se ha acoplado
a un silencio sideral:
Sirio
astilla la noche
amenazando primavera.
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