Trasueño
I
El
salmista guardó su cuaderno
y se echó a dormir entre las piedras.
A la hora siguiente,
soñó con escorpiones
pero no tuvo miedo.
Creció escuchando profecías
con artrópodos:
«Son
metáforas del estupor
que sale de la tierra.»
II
Pierdes
la noción de perder
y descubres que tu mano izquierda
es un surco de semillas de plata.
Las
cosas en el desierto
tienen otros nombres.
No
todo pertenece a la vigilia.
La
sed es el verdadero río,
por ejemplo.
III
Capítulo
primero:
un salmista que reposa
entre aguijones,
Soñó la plenitud que escribirá
al otro día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario