"Un poema si no es una pedrada -y en la sien- es un fiambre de palabras muertas" Ramón Irigoyen
VIII
No sabe de frío la luna
Que asedia.
Flota o rodea o vuela
Del centro a la periferia
De la noche.
Como midiéndose a sí misma
La creciente luna.
Y su tierna hoja,
Aterida,
Ahí cerrándose.
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