La
senda de la vida
Al cumplir 19 años
mi hijo Álvaro.
En
este bendito día
que viste la luz primera,
cariñosa el alma mía,
cuánto hay hermoso te diera,
Ya el perfume de las flores;
del mar, la grata armonía;
y el canto de ruiseñores.
Del poeta: la melodía.
Que apacible tu existencia
se deslice blandamente,
y del dolor, la inclemencia
no empañe tu pura frente.
Para alcanzar la ventura,
que encuentres llano el camino.
Que no pruebes la amargura
de un desgraciado destino…
Pues la senda de la vida
te dará espumas y flores,
amor que en el alma anida,
placeres y sinsabores.
Con tu vida en el albor,
pura el alba y la conciencia,
sin saber qué es el dolor
caminas a la experiencia.
Pido al Eterno a toda hora
que aleje de ti el sufrir.
Que la dicha de la aurora
ilumine tu existir.
Gracias, Honduras, 1905.
Publicado en el Diario del Salvador, el lunes 15 de enero, 1906.
No hay comentarios:
Publicar un comentario