sábado, 12 de junio de 2021

VIVIANA PALETTA

 

 

 

cantata del viudo



Enviuda el ojo que no ve,

el hueso partido.

Un cuerpo inerte y otro, a su lado.

Tiene la caja

sin ruido.

 

Vino el dolor meritorio,

murmura el fantasma del camarada muerto.

Antes su cuerpo no tenía fin,

y ahora está vacío,

y ahora está aquejado.

 

Extranjero de sí,

hunde su perfil en su carne.

 

Pero vimos sobre millares de lucernas

un sol que a todas encendía,

el cielo tachonado de misiles,

la sirena atronadora de la noche.

 

Los cuerpos perdieron su rutina

de amor, su trabajo en el día.

Mastican por nosotros

la estopa y el tabaco mojado.

 

Un cuerpo anidaba otro cuerpo,

y ahora sólo se lame a sí mismo,

atiende a zumbidos de hélice, la sombra

estrecha del tedio.

 

De: “Las naciones hechizadas”. 

 

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