Incapacidad
de Cadáver
NO
volveré a tu casa a calentarme los pies,
Descenderé
al infierno por el revés de mis ojos.
Estos
ojos
Que
reflejan la amargura del alma
Y
callan, incapaces de llorar
Su
torrente de lágrimas.
Es
cierto,
Son
tantos los ojos
Que
han menguado
La
humedad del llanto, aguardamos.
No
me quejaré, ante los monstruos,
Estrangularé
mi vida frente a ellos.
Mañana
pecaré como ayer
Fornicaré
con la sombra
Le
robaré el blanco de los ojos
Cuando
jadee extasiada.
Deja
que trague saliva
Y
arráncame los labios
Con
un beso impetuoso
Que
me llene la boca de confusión.
Un
canto incomprensible
Arrebata
desde adentro, no cantaré.
De
todas las palabras, hastío,
De
la carne que no responde, hastío,
Del
terror del sol posándose en tu miembro,
Aumentando
la herida, dolor.
El
secreto pasa, sobre mano libre.
De
lo humano, déjame el consuelo,
Que
en esta incapacidad de cadáver
Han
sido las tinieblas mis hermanas.
Desprecio
el afecto
Que
tuve por la bestia y su camino.
He
palpado la mentira
Que
nos seca el asombro
Y no
le puse límites,
Entonces
fue que morí, mientras bebía.
Escondo
una justificación, sin plazo,
Bajo
mis pies
Pero
me sangran las manos
Desde
que la zurcí a mi huella.
Nada
anima a volver,
Ni
es pliegue de tu falda, madre.
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