Defensa
de los supuestos lugares comunes
Tal
vez sea lugar común descifrar estas calles
con una máscara, unas monedas y algo de tiempo.
Tal vez sea lugar común decir una vez más que te amo
cuando las paredes de nuestro cuarto esperan la visita del sol
y los ojos se desprenden del peso de la noche
entre ceniceros, libros y carátulas desgastadas.
Tal
vez todo sea necesario:
que la piel mude su tersura
o nuestra singular manera de vivir.
Pronto
sabrás lo que no sabes
y para eso no será útil
ni el Tao, ni el I-Ching, ni el Tarot
(pero tal vez una hoja que pasa volando
sepa más de nosotros que nosotros mismos).
Al
final la ciudad tendrá el mismo nombre
y todo se repetirá hasta el infinito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario