viernes, 22 de octubre de 2021

FRANCISCO VÉJAR

 


 

Defensa de los supuestos lugares comunes

 

 

Tal vez sea lugar común descifrar estas calles
con una máscara, unas monedas y algo de tiempo.
Tal vez sea lugar común decir una vez más que te amo
cuando las paredes de nuestro cuarto esperan la visita del sol
y los ojos se desprenden del peso de la noche
entre ceniceros, libros y carátulas desgastadas.

Tal vez todo sea necesario:
que la piel mude su tersura
o nuestra singular manera de vivir.

Pronto sabrás lo que no sabes
y para eso no será útil
ni el Tao, ni el I-Ching, ni el Tarot
(pero tal vez una hoja que pasa volando
sepa más de nosotros que nosotros mismos).

Al final la ciudad tendrá el mismo nombre
y todo se repetirá hasta el infinito.

 

 

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