martes, 16 de noviembre de 2021

ENRIQUE WINTER

 

  

El Alexander

 


―Mañana le voy a quitarle el niño― últimas palabras del

hijo pastabasero a su madre (i. Los pastabaseros se vuelven locos,

me ha levantado las manos dos veces ya ii. Hace pipas delante mío

para provocarme iii. Tira en pelotas en el patio iv. Quiso quemar mi casa).

Al crespito centro de la discusión le brillan los ojos,

en ellos repite la hiedra de afuera. Imagínatelo en los cerros,

cómo reflejaría las luces naranjas de la noche:

indistinguibles las casas de las calles de los autos

su anemia de su quiste de su sífilis.

Con fruición toma mamadera

mira los pechos de quien vive con él, su aparente tía (informa

sobre ella el Servicio Nacional de Menores, SENAME:

fuerte sentimiento de abandono y soledad / con relaciones instrumentales, no

desarrolla vínculos profundos / exacerba sentimientos de tristeza).

Igual la tía tiene apoyo, no así la abuela (la de las cuatro citas sobre pastabaseros)

que mira a la ventana cada tarde

alerta para que su hijo no se aparezca.

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario