¡Qué
suerte tenemos!
Para algunas mujeres,
entre ellas, Ananda
que
no encajabas,
que tu cuerpo era más grande, más ancho
que no coincidía con el tamaño de esa escena,
perfectamente montada que estaba destinada para ti.
que
no podías
entrar y salir tan fácilmente
cuando
quisieras
que
tuviste que quedarte aquí
afuera y ver el mundo
con solo tus palabras para contar
lo que hay detrás de esa imagen de esa familia
feliz congelada
Qué
afortunados somos
de que la única vez que realmente intentaste
encajar fuera tan catastrófica
que solo hizo falta un salto mortal
para convertirlo en el
momento vital.
Qué
suerte tenemos entonces
de que tú, tan joven, casi mueras
y ahora tengas la oportunidad,
con tantos años por delante,
de hacer lo que muchos de nosotros
sólo nos damos cuenta cuando ya es demasiado tarde:
vivir.
Versión
de Paola Buitrago
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