martes, 20 de septiembre de 2022

JUANA VÁZQUEZ

 

 


 

Estoy dormida en un lugar siniestro

pues no sé

dónde se guardan la Luz

ni los valles que florecen en invierno.

Todo está congelado en la noche del tiempo.

Ni siquiera sé nada del lenguaje de las notas

ni en qué lugar se pone el escenario de la imaginación

que te sirve de muleta

para conllevar las mañanas sin  auroras.

He perdido el rumbo de los días.

Respeten mi silencio vacío

pues la madeja de los siglos

se enrolló entre los escombros del anochecer.

Nadie me culpe de esta incertidumbre.

Quizá pueda estar muerta

pues se negó el amor a mi cuerpo

y la sabiduría a las palabras

que se vuelven mariposas

con alas de papel

en criptogramas

de oscuros manuscritos.

Nunca oí que tuvieran voz

por eso yo sigo en el hechizo

buscando dónde está escrito mi nombre

para existir aunque sea en catálogo de plástico.

  

De: “Voz de niebla”

 

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