domingo, 16 de octubre de 2022

JUAN BONILLA

 

  

El juego

 

 

Viniendo cada cual de su bautismo

rumbo a su funeral,

vamos siguiendo el espejismo

del árbol del bien y del mal.

 

En sus ramas un pájaro cantante

permanece muy quieto

tarareando quizá su gran secreto:

vivir es insignificante.

 

Ser es tan raro como ya haber sido.

No hay oficio más puro

que destruir la cárcel de un futuro

donde se duerme todo lo vivido.

 

Piezas de un juego tan banal

que consiste en ir sorteando abismos,

viniendo cada cual de su bautismo

rumbo a su funeral,

 

siempre con una pistola en la sien

vamos siguiendo el espejismo

del árbol del mal

y el bien

 

por una senda enamorada

–a veces cubierta de lodo–

que lleva de la nada hasta la nada

pasando por el todo.

  

De: “Horizonte de sucesos”

 

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