Tarta
Charlota
Cuando
te diste la vuelta y en vano intentamos
todavía
hacer un postre con nuestras piernas de flan
supe
que hacía tiempo que allí no me soportabas.
Y
eso que me presento en multitud de sabores:
―Charlota
con helado espumoso de frambuesa.
―Charlota
con naranja y jalea de menta.
―Charlota
navideña.
―Charlota
de licor de huevo.
―Charlota
de jamón a la borgoñesa.
¿Que
no?
Entonces
intenté bobamente romántica
contar
las pecas en tu paletilla izquierda,
eran
muchas y me perdí, cuando ya ni siquiera
nos
dábamos los buenos días, luego dejaste
de
decirme «hola», me llamaste comida basta
para
consumir entre potaje y patatas, criada
y
sacrificada en una granja McDonald’s que hace
de
hermosas terneras hamburguesas baratas.
Soy tu big-and-tasty-quarter-pounder-bbq-bacon-
southern-style-crispy-chicken-
premium-grilled-double-cheeseburger.
¿Te
gusto?, ¿quieres repetir?
Cuando
me río,
cambia
el contorno de mi cara,
míralo.
No
sé qué encuentras más estético,
pero
la felicidad es realizable
según
determinadas secciones de las librerías
así
que ponte a amasar mi cara
y
dale la forma que sea
hasta
que se parezca a la máscara de tu comedia.
Soy
menos trágica de lo que piensas.
De:
“Título: Camaleón”
No hay comentarios:
Publicar un comentario